Tras los números preocupantes que habían dado los resultados de la evaluación que realizó Misiones en 2021 sobre el rendimiento de los chicos de sexto grado en lengua y matemática, ahora la situación muestra una leve mejora al conocerse los datos de las Pruebas Aprender nacional, que se hicieron el año pasado. Sin embargo, Misiones sigue con más chicos que no llegan a los contenidos mínimos o no alcanzan el nivel de desempeño básico.
Según los datos que pudo obtener PRIMERA EDICIÓN, los niveles de desempeño en 2022 mejoraron respecto al año anterior. Así, se desglosa que en matemática disminuyó un 3,8% la cantidad de chicos en el nivel de desempeño por debajo del básico, pasando de 30,1% en 2021 a 26,3% en la última medición.
No solo se redujo el universo de chicos que no logran los conocimientos mínimos, sino que se logró mejorar los indicadores de aprendizajes básicos y satisfactorios (4,1% más de alumnos misioneros alcanzaron desempeño básico y un 2,4% más el satisfactorio). Los estudiantes con un nivel avanzado, en tanto, representan un 9,3%. Sin embargo, este porcentaje se redujo 2,7% respecto a 2021.
La diferencia entre los resultados de alumnos de escuelas de gestión pública y privada es sustancial. En la gestión privada, casi el doble de los chicos logra desempeño avanzado frente a sus pares de escuelas estatales: 14,9% frente al 8,1%. La brecha se amplía aún más con los alumnos que logran desempeño satisfactorio: 46,9% de los alumnos de sexto grado de escuelas privadas frente a 34% de las públicas.
También es abismal la diferencia entre los chicos que no demuestran ni siquiera haber adquirido saberes básicos entre ambas gestiones: el 15,5% de alumnos de escuelas privadas frente al 28,5% de sus pares de las públicas. El dato de cuántos niños que van a escuelas públicas y no aprendieron lo mínimo en matemática es por sí solo alarmante: tres de cada diez de los alumnos misioneros.
Alumnos pobres, alumnos ricos
La clase socioeconómica de la familia de los alumnos sigue siendo un determinante en el rendimiento estudiantil. En Misiones casi el doble de los niños de clase baja alcanza conocimientos básicos o ni siquiera los acredita, respecto a sus pares de clase alta en matemática.
Los resultados del último operativo Aprender muestran que seis de cada diez (60,2%) niños de las clases más humildes tienen desempeño por debajo de lo esperado (29%) y tres de cada diez (31,2%) apenas alcanzan lo básico.
En el otro extremo, entre sus pares de clases más favorecidas sólo el 38,2% tiene un desempeño malo y regular.
No hay muchas diferencias entre los resultados obtenidos entre género en el área de matemática. El 8,9% de las alumnas lograron resultados avanzados frente al 10,8% de los varones. Sí hay menos estudiantes mujeres que hombres con desempeño por debajo de lo básico: 22,8% de mujeres frente a 27,6% de varones.
Saberes en lengua
Comparado con los resultados promedio obtenidos a nivel nacional, los estudiantes de Misiones siguen por debajo de la media. Sin embargo, comparados con los resultados obtenidos por la provincia después del año escolar virtual por la pandemia del COVID-19, se registró una importante mejoría.
Mientras que en el 2021 cinco de cada diez chicos estuvo por debajo o apenas alcanzó desempeños básicos, en 2022 ese grupo se redujo a tres de cada diez chicos.
Los datos del operativo en la provincia revelan que disminuyó un 17,1% la cantidad de chicos en el nivel de desempeño por debajo del nivel básico.
Aumentó un 10,8% la cantidad de chicos en el nivel de desempeño satisfactorio y también un 7,5% la cantidad de chicos en el nivel de desempeño avanzado.
Los determinantes socioeconómicos impactan en el rendimiento de los estudiantes en el área de lengua. En el sector privado, ocho de cada diez chicos (81,7%) lograron aprendizajes avanzados y satisfactorios, mientras que en lo estatal lo hicieron seis de cada diez (62,8%). La brecha se replica cuando se observa el porcentaje de chicos que no alcanzaron conocimientos mínimos o apenas llegaron al básico: 18,3% de los chicos de las escuelas de gestión privada, frente al 37,2% de los alumnos de las públicas.
Nuevamente las mujeres mostraron más destrezas en lengua. El 71,6% de las niñas alcanzaron resultados avanzados y satisfactorios, mientras que el 62,3% de los varones se ubicaron en este nivel.
Las diferencias que marcan el nivel socioeconómico de las familias de los niños no solo se evidencian en matemática, sino también en lengua. Esto es, 12 de cada 100 chicos de clases bajas no alcanzan conocimientos mínimos en esta asignatura, frente a 4 de cada 100 de sus pares de clase alta.
Sin embargo, la brecha se reduce entre aquellos que logran conocimientos satisfactorios.
Aseguran que hay mejoras contundentes en todo el país

Cuatro de cada 10 estudiantes de sexto grado que habían tenido un bajo desempeño en las preguntas sobre lengua de las pruebas Aprender 2021, lo revirtieron en la medición 2022 que muestra “mejoras sustantivas” en los aprendizajes de chicos y chicas de todos los niveles socioeconómicos, pero sobre todo en los que pertenecen a los sectores de menores ingresos.
En tanto, el 6% de los que habían obtenido las calificaciones más bajas en matemáticas, se encuentran hoy dentro del grupo evaluado como “satisfactorio” o “avanzado” (mejores calificaciones) en su nivel de desempeño.
Sin embargo, esta asignatura no había sufrido mayores retrocesos en 2021 mientras que ese año, marcado por la pandemia de coronavirus al igual que el 2020, se había duplicado el número de alumnos con bajas calificaciones en lengua, en relación a la medición anterior de 2018.
“Hay mejoras muy importantes y contundentes en las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires; en la escuela pública y privada; hay mejoras muy importantes y contundentes tanto en los chicos como las chicas; en la escuela urbana como en la rural; y en los tres grupos socioeconómicos que definimos en esta prueba (alto/medio/bajo)”, dijo el ministro de Educación, Jaime Perczyk.
Asimismo, remarcó que “mejoraron mucho más” los chicos del nivel socioeconómico bajo que eran “los que más habían retrocedido en la prueba pasada porque fueron los que menos libros, menos conectividad, menos tecnología tenían en sus casas”, pero “ahora hay una dinámica inversa”.