Atendiendo una demanda de los productores locales, investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de la estación experimental en Cerro Azul, desarrollaron un maíz adaptado al clima y suelo de Misiones.
“Bautista INTA”, es el nombre con el que bautizaron a este producto los genetistas Adrián de Lucía y Silvina Fariza, quienes estuvieron a cargo del proyecto.
De acuerdo a un censo realizado en 2018, el maíz ocupa un 5% de la superficie agrícola implantada en la provincia.
Es un cultivo sumamente importante que está presente en el 41% de las explotaciones agropecuarias. Se estima que son unos 10.000 pequeños productores los que siembran la gramínea en la tierra colorada.
Para un privado representa poco atractivo invertir dinero y tiempo en atender la necesidad de una minoría. Por ese motivo, desde el INTA, un organismo público, se decidió buscar una solución para ese universo.
Alternativa
En diálogo con Eco&Agro, Silvina Fariza señaló que Bautista INTA nace como una alternativa para el pequeño productor. Lo describió como “un material convencional”, esto quiere decir que no es transgénico.
“Es una variedad de polinización libre, quiere decir esto que el productor siembra, cosecha y puede guardarse las semillas para la próxima campaña”, explicó.
Luego, aclaró que “la principal diferencia entre un híbrido y una variedad es que el primero se caracteriza por ser totalmente homogéneo”.
“Son todos exactamente iguales y ante el cambio climático o ante el ataque de determinada plaga, directamente se eliminan todos o resisten todos o se mueren todos. En Bautista INTA tenemos variedad dentro del mismo cultivo. Siempre vamos a tener opciones o cosas diferentes y esto lo hace sumamente importante. Pensando en esto, en que el productor puede guardarse la semilla para las siguientes campañas”, agregó.
Luego, añadió que “Bautista es una variedad de ciclo intermedio de aproximadamente 120 días desde la germinación hasta la madurez fisiológica”.
“Esta es una característica muy favorable pensando que reduce el tiempo de exposición a factores bióticos y climáticos desfavorables”, afirmó.

Recomendaciones
La especialista recomendó sembrarlo con una densidad de 60.000 plantas por hectárea, a una distancia de 50 centímetros entre hileras y 35 entre planta.
“Presenta un 11,2% de proteína. Esto es superior a las variedades locales disponibles y también a los híbridos altamente tecnológicos. Y esta característica es muy importante pensando en la alimentación del ganado”, sentenció.
Demanda
Lo que nació para suplir la necesidad de los productores misioneros, rápidamente se convirtió en un interés que trascendió las fronteras de la tierra colorada.
“Hay mucha demanda de productores, de agropecuarias de la provincia e inclusive del propio Ministerio de Agricultura Familiar, que está en lista de espera. Tuvimos que realizar una campaña de multiplicación, porque nuestros lotes son pequeños y teníamos poca cantidad. Ahora hicimos una siembra y estamos para cosechar y faltarán más o menos unos 30 días”, indicó. Luego, reveló que hay pedidos de muchas otras provincias del resto del país.
“Nos escribieron productores de Formosa, Corrientes, Salta, Córdoba y hasta de Buenos Aires. No damos abasto para la demanda”, afirmó.
“Quienes están atrás de este tipo de variedades, son productores con perfiles más agroecológicos. Les interesa hacer una siembra o un cultivo más limpio, sin tanto uso de agroquímicos y demás”, reveló.
En ese sentido, para Fariza, este maíz cubriría ese perfil de productores ambientales.
Más tecnología
Por último contó que lograron adquirir una cosechadora, que “era algo muy necesario como para poder ya levantar sumando tecnología e ir sumando nivel de producción”.
“Vamos a hacer un poco más de hectáreas y de manera más prolija o más tecnificada. De a poco vamos aumentando nuestra capacidad para ir resolviendo cuestiones para el pequeño productor”, cerró.
Características
Sobre las características, marcó que es una planta de aproximadamente dos metros y medio, con una fecha de floración femenina y masculina que se encuentran muy sincronizadas con, solamente, dos días de diferencia. Esto último contribuye a aumentar la efectividad de la fecundación.
“Posee una muy buena cobertura de chala, esto también es muy interesante, sobre todo a la hora de que el productor la elija, porque al tener bien cubierta la chala, evita lo que es pudrición por altas precipitaciones, o bien por el ataque de ciertas plagas como por ejemplo el gusano cogollero. La chala envuelve una mazorca que tiene 16 hileras de granos grandes”, argumentó.
En cuanto al rendimiento, “podemos hablar de un rendimiento promedio de 6.000 kilos por hectárea con valores aún superiores en suelos toscosos. El máximo que hemos podido alcanzar es 8.500 kilos por hectárea”, narró.