La comunidad correntina de Curuzú Cuatiá transita por estas horas en en la conmoción por la muerte de la periodista local Griselda Blanco, quien fue hallada sin vida en su domicilio de esta ciudad.
El caso se presentó como un supuesto suicidio, pero su cuerpo tenía golpes en el rostro y había rastros de sangre en el piso, por lo que no descartan que haya sido torturada y asesinada antes de ser ahorcada con una soga para simular una muerte voluntaria, según medios digitales.
El cuerpo de la periodista, por lo pronto, fue trasladado a ciudad de Corrientes para que sea sometido a la autopsia.
En las últimas horas, se sumó la Policía Federal al caso que lleva la fiscal María José Barrero Sahagún. En ese marco, según la agencia de noticias Télam, fue detenido su ex pareja, mientras los investigadores intentan establecer si se trató de un femicidio o de un crimen vinculado a las investigaciones que realizaba la víctima.
Según informó el medio local El Litoral, colegas cercanos a Griselda indicaron que había recibido fuertes amenazas durante los últimos días; mientras que Infobaires24 informó que la mujer “tenía roces con altos mandos policiales locales”.
La sospechosa muerte de Blanco, que se presentaba en sus redes como una comunicadora social que “informa con la verdad y asiste al pueblo con la solidaridad de la gente”, generó una enorme tristeza entre sus seguidores -tenía más de 5.000- y la comunidad local, que la admiraba por compromiso y trayectoria, informó Infobae.
Como parte de ese compromiso, la víctima venía denunciando desde hacía varias semanas que su amiga Débora Serrano había fallecido por un caso de mala praxis en el Hospital Civil Fernando Irastroza. De hecho, durante la madrugada del sábado pasado, después de las 2, Blanco había hecho un posteo en su cuenta de Facebook donde pedía justicia por ella junto a un video.
Uno de sus hijos reclamó justicia por su madre y dijo que “no se suicidó, a nuestra madre la mataron. Ella decía verdades que nadie se animaba a decir. La querían ver callada y no pudieron. Hoy fue nuestra madre y mañana puede ser cualquier persona de esta ciudad. Todo va a salir a la luz. Pedimos justicia porque es lo que ella hubiese querido y lo que se merece. Justicia por Griselda Blanco”, escribió en Facebook.
Tras el fallecimiento de la periodista, se creó la página Justicia por Griselda Blanco. Allí, se reclama “justicia por la voz del pueblo” y se hace hincapié en que no fue un suicidio. “Ella no tiene (sic) pelos en la lengua para hablar, por eso la asesinaron. Ella venía diciendo que la querían callar por enfrentar a políticos, policías y a los del hospital. La mataron. Ella estaba despertando al pueblo y le molestó a alguien con cargo. Justicia, sigan mi página. Juntemos gente”, sostienen los que integran ese grupo de Facebook.
El hecho
La periodista radial fue hallada muerta este sábado a la tarde en el interior de su domicilio de la calle Juan Pujol de la ciudad de Curuzú Cuatiá.
Fuentes policiales indicaron que el cuerpo de Blanco fue hallado estrangulado con una soga y con golpes en el rostro y rastros de sangre en el piso de la vivienda.
“Se hallaron también pelos en sus manos, que podrían ser señales de que se defendió del ataque”, aseguró a Télam un investigador, que añadió que los accesos a la vivienda no fueron violentados.
Por la muerte fue aprehendido su expareja Armando Jara. Se allanó la vivienda del sospechoso, en la que se incautó prendas de vestir y una notebook, indicaron las fuentes.
El caso es investigado por la Unidad Fiscal de Recepción y Análisis de Casos (Ufrac) y la Policía Federal Argentina (PFA).
Fuente: medios digitales.