Casi 30 años pasaron desde que un grupo de 15 pequeños productores de la zona norte de Misiones decidió unirse y formar una cooperativa edificada sobre los pilares del compromiso, el trabajo y el compañerismo. Prácticamente tres décadas transcurrieron desde ese 1994 cuando un grupo de agricultores misioneros fundó la Cooperativa Yerbatera Dos de Mayo Ltda que, en la actualidad, produce, procesa y envasa yerba mate de su propia marca y exporta más del 90% del té que produce. Además, cuenta con dos secaderos de última tecnología, cuatro líneas para el secado del té y un vivero forestal, a disposición de los productores.
La cooperativa tuvo el acompañamiento del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) a través del “Programa Cambio Rural”, que tiene como objetivo facilitar la reconversión productiva, generar conocimiento y potenciar las habilidades y destrezas de los integrantes del grupo en los aspectos productivos, organizativos y de gestión.
Una vez constituida, la Cooperativa dio sus primeros pasos y consiguió recursos para construir un secadero de yerba mate. “La instalación del primer secadero fue posible gracias al apoyo de diversas organizaciones de Dos de Mayo”, destacó Héctor Dingler, actual presidente de la organización, quien además es miembro del Consejo Regional del INTA Misiones .
Carlos Kornoski, agente de proyecto del Programa Cambio Rural de la Agencia de Extensión Rural del INTA San Vicente, explicó: “En 1993 nace la inquietud, por parte de un grupo de productores yerbateros de la zona centro de la provincia, de formar parte del Grupo de Cambio Rural para contar con apoyo y asesoramiento en el cultivo de la yerba mate. Esta iniciativa fue el punto de partida de la fundación de la Cooperativa Dos de Mayo”.
Según Kornoski, la cooperativa Dos de Mayo representa, para la comunidad, un motor de crecimiento ya que “impulsa la agroindustria de la zona y sus alrededores, emplea directa e indirectamente a muchos pequeños productores familiares y representa para la economía de la provincia, un actor muy importante ya que exporta más del 90% del té que produce”.“No solo se trabajó en mejorar las capacidades técnico-productivas y de gestión de la Cooperativa, sino se trabajó en aspectos específicos como el manejo de suelo y de la planta durante la cosecha de la yerba mate, en las buenas prácticas de manufactura, en comercialización y capacitación, entre otros”, puntualizó.
Con el paso de los años y, a raíz de la diversificación de los productores de la Cooperativa, en 2011, se incorporó un secadero de té con dos líneas de producción.
En 2014 comenzó la construcción de un molino con el fin de procesar yerba mate de marca propia. Hoy, el secadero de té cuenta con cuatro líneas de producción y la Cooperativa posee su propia marca de yerba mate: Indumar.
“Desde hace tres años procesamos yerba mate de marca propia, que es Indumar. Además, nuestro secadero de té está totalmente automatizado, y cuenta con tecnología de última generación. Por otro lado, contamos con una envasadora y un molino de alta producción y estamos envasando un porcentaje de la producción yerbatera en nuestros dos secaderos de yerba, de los cuales cada uno seca alrededor de 7.000 kilogramos de hoja verde por hora”, indicó el presidente de la Cooperativa.
En respuesta a la demanda, y como consecuencia del incremento de la producción de la Cooperativa, comenzó la construcción de un tercer secadero. Con una inversión de 300 millones de pesos, “este secadero va a ser muy moderno, con intercambiadores de calor y la última tecnología que hay en secadero de yerba”, especificó Dingler.
Vivero forestal
La Cooperativa cuenta, además, con un vivero forestal modelo construido con apoyo de la Provincia. Allí producen plantines de yerba, de especies nativas y de especies frutales con semillas certificadas de variedades mejoradas, disponibles para los productores de la zona.
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Con la última tecnología disponible, este vivero además de producir plantines contribuye con el cuidado del medio ambiente. “Desde el vivero, se entregan plantines para hacer cortinas nativas en las costas de los afluentes de los arroyos para hacer recupero de vertientes y reservorios de agua de distintas vertientes”, indicó Dingler.
“Los plantines que produce el vivero son de muy alta calidad gracias a la tecnología con la que cuenta. Además del laboratorio de semillas, el vivero está preparado para trabajar con plantas madre e hidroponía”, concluyó el presidente de la Cooperativa.