Hace exactamente 73 años, el entonces presidente Juan Domingo Perón rubricaba el Decreto Nº 10.936/50 que dio origen a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), dedicada desde su creación a la formación de profesionales, investigación e innovación en el ámbito nuclear vinculados con la utilización pacífica y segura de esta fuente renovable de energía.
Haciendo honor a esa fecha de 1950, cada 31 de mayo se conmemora en el país el Día Nacional de la Energía Atómica.
Argentina fue pionera en América Latina con la puesta en marcha de la Central Atucha I, inaugurada en 1974. Luego le siguieron los proyectos de la Central Nuclear Embalse en1984 y Atucha II en 2014.
El campo nuclear se empezó a desarrollar en el país con la formación profesional en las ciencias y tecnologías asociadas; luego se crearon laboratorios y se iniciaron actividades específicas, como la radioquímica, la metalurgia y la minería del uranio.
La CNEA también se consolidó como referente tanto a nivel nacional como internacional por su calidad académica: por medio de sus tres institutos (Balseiro, Sabato y Dan Beninson), forma cada año a profesionales altamente calificados capaces de producir y exportar tecnología con alto valor agregado al mundo.