Personal de Prefectura Naval secuestró casi dos kilogramos de cocaína que fueron abandonados en la costa del río Paraná, a la altura de Candelaria.
El operativo se concretó en plena madrugada y fue resultado de un rastrillaje realizado en dicha zona y que permitió localizar un bolso con la droga en su interior. Fue clave la ayuda del perro detector de narcóticos “Ruffo”, entrenado por la citada fuerza de seguridad. Se trataba de una mochila azul que estaba oculta en el sector ribereño.
Al inspeccionarla, el personal constató que contenía dos paquetes rectangulares color ocre que, sometidos a la prueba de narcotest, arrojó resultado positivo para clorhidrato de cocaína.
Interviene en la causa la Fiscalía Federal 1 de Posadas, a cargo del magistrado Jorge Horacio Campitelli, quien ordenó secuestrar el estupefaciente y que el mismo sea trasladado hasta el asiento de la mencionada fuerza para su resguardo como evidencia. Se continúa con la investigación para tratar de dar con el o los responsables.
Fuentes del caso indicaron que la cocaína estaba lista para ser recogida por los narcos denominados “mulas”, quienes la iban a trasladar hasta otro punto de la zona para su acopiamiento o el proceso llamado “enfriamiento”.
Se trata de una metodología que utilizan los narcotraficantes, ocultan el cargamento en un lugar de difícil acceso para que otro integrante de la banda se encargue de recogerla y distribuirla.
Ruta poco frecuente
La cocaína no es una droga con circulación frecuente en la permeable frontera misionera. Cabe agregar que según fuentes dicho estupefaciente recién elaborado, tiene un precio de 2 mil dólares el kilogramo, un valor que mantuvo en la última década.
Luego, ese precio aumenta con los costos que supone un pase de manos y un transporte, sobre todo hacia Europa. En el límite entre Salta y Bolivia, adquiere un valor de 2.800 dólares. En tanto que “puesta” (vía área o terrestre) en la provincia del norte argentino, pega el primer salto: pasa a tener un costo de entre 3.800 y 4 mil dólares. Si la droga tiene como origen Perú, se suman unos 300 dólares extra. Al llegar a España (puerta hacia otros países europeos), oculta en containers de mercadería en buques de carga, o transportada en veleros, puede valer 30 mil euros, otro valor histórico que se mantiene en el tiempo.