Los integrantes del Club de Abuelos “Espíritu Joven” están ansiosos por terminar la obra del Salón de Usos Múltiples (SUM) que, con mucho sacrificio, a pulmón, comenzó a tomar forma en un predio dispuesto en esquina, en el barrio 95 Viviendas de Garupá.
Es que para el grupo es fundamental poder tener un lugar de encuentro, ya que, por el momento, sus reuniones dependen del buen estado del tiempo, que le permite reunirse en la plaza, o de la buena voluntad de la presidenta del club, Irma Camargo, que cede el patio o el garage de su vivienda, para materializar las reuniones.
Su iniciativa y ganas están intactas, y las juntadas de los martes y jueves, de 16 a 18, se volvieron sagradas. Más allá de los festejos y las vivencias, siempre hay un momento para planificar los pasos a seguir dentro de esta institución que nació hace 16 años.
“Agradezco a cada socio porque siempre digo que sin ellos no existiría el club y este año, si Dios quiere, vamos a tener el SUM que tanto anhelamos. Estamos trabajando a pulmón. Es todo a base de esfuerzo y trabajo de cada uno de ellos. Mediante la venta de locro, de empanadas, de ropas, estamos saliendo adelante. También apelamos a la buena voluntad de vecinos, comerciantes, empresarios, y pedimos donaciones, que en ocasiones nos conceden”, manifestó Camargo, emocionada por la ocasión y el encuentro.
Elida Días Leal, una de las integrantes del grupo, se ganó un ejemplar de lapacho durante la campaña “Un árbol a diario”, llevada a cabo por el Diario Primera Edición, la Radio FM 89.3 Santa María de las Misiones y la Municipalidad de Posadas, para celebrar el mes de la concientización y fomento del arbolado urbano, y todos juntos lo plantaron en el frente de lo que será su nueva casa.
La oportunidad fue propicia para agradecer al Municipio, “que nos facilitó a las personas con la cuales estamos trabajando, y que puso la mano de obra, que es lo más lo más caro. También destacó la labor de Gaby, de Sarita, que siempre están con nosotros. La verdad que es una emoción ver que las cosas se resuelven y ver a toda esta gente que siempre me acompaña. A ellos le digo que sin su apoyo no somos nadie. Seguiremos trabajando y luchando hasta ver concretada la obra del SUM”, agregó.
Insistió con que aquellas personas que “quieran darnos una mano, donar materiales de construcción, hierros, todo es bienvenido porque es a pulmón lo que estamos haciendo. Conseguimos un camión de arena y, así pidiendo, siempre nos aportan”.
Mientras tanto, los más de cien miembros se reúnen en el garage de la casa de la presidenta, “pero ya no tenemos espacio. Muchas veces elegimos estar en el patio porque es más grande o, de lo contrario, cuando el tiempo lo amerita, salimos a la plaza y nos acomodamos debajo de la sombra de los árboles, y así estamos trabajando. Pero siempre están las ganas de reunirse”, comentó Élida Días Leal, una de las integrantes del grupo, que acompaña a la presidenta “en lo que puedo”, sobre todo, redactando notas, aprovechando la experiencia que cosechó como docente en el Instituto Nuestra Señora de Itatí.
Confió que a este lugar llegaron para establecerse personas de Posadas, de Candelaria, de Santa Inés y que al club, por lo general, “vienen en busca de apoyo, de contención, de compañía, porque son lo que más necesitan. Buscan que se los escuche, sobre todo, porque muchos abuelos viven solos y necesitan hablar, y para eso estamos”.
“Habíamos proyectado construir un salón de menores dimensiones, pero lo hicimos de 12 x 16 porque somos muchísimos. El club tiene más de cien miembros y, con el paso de los días, este número va en aumento”, dijo la presidenta.
Narró que en la sede se arman festejos por el Día del Padre, por los cumpleaños, por el Día la Madre. “Siempre nos reunimos. Siempre sale una cena o un almuerzo para estar todos juntos, generando espacios propicios para contar anécdotas, experiencias. Hacemos muchos viajes y esas travesías dan que hablar, eso es para nosotros realmente algo extraordinario, porque permite que salgamos, nos divirtamos. Da mucho gusto ver a los abuelos cuando salen y se divierten de esta manera. Para muchos es el viaje que nunca habrán hecho en su vida”, aseguró.
Tal es el caso de Gladi Genez (81) que nunca había salido de casa por diversos motivos, fundamentalmente la crianza de los hijos y otras cuestiones domésticas. A los 80 se animó a viajar, y quedó extasiada con los paisajes que ofrecen las rutas del país y las experiencias vividas junto a los demás viajeros. “Con mis compañeros ya recorrí las provincias de Salta, La Rioja, Mendoza, Córdoba, y quiero agradecer a Dios y a la Virgen por esa posibilidad. A esta edad, se disfrutan y se aprecian las cosas”, confió.
Para Ana Rosa Montiel, “es muy linda la historia que vivimos desde los comienzos, con un grupo muy reducido, pero muy lindo, con recuerdos muy hermosos, de reunirse, de darse contención entre todos los abuelos que estaban en ese momento, con la participación en talleres, en actividades. Es lo que yo destaco porque me resulta inolvidable”.
Rosario Guerrero es la fundadora del Club. Pero contó que después de dos años de mandato, la lucha que comenzó hace 16 años se vio frustrada por malas acciones de terceros. “Nos costó mucho conseguir el primer predio, que después nos sacaron. Al asumir Camargo, reiniciamos la lucha, y se consiguió este terreno que ahora está en obra. Ahora estamos acá en la hermosa esquina del barrio 95 Viviendas”, celebró.
Gabriela Gauna, quien está a cargo de la Dirección de la Tercera Edad, de la Municipalidad de Garupá, destacó la tarea que lleva adelante junto al grupo. “Estoy trabajando con ellos desde hace cuatro años y el vínculo es cada vez mejor, siempre vamos para adelante. Ellos van creciendo en acciones y en cantidad de abuelos que se suman, van creciendo en todo lo que respecta a sus obras y actividades”, expresó. En Garupá existen 17 clubes de abuelos y este es el segundo con más población.