Los intentos de fuga de las comisarías misioneras no se detienen y ayer, en una de las seccionales de la Unidad Regional I, se logró frenar a tiempo el plan de ejecución que habría facilitado un escape masivo de detenidos.
En este caso fue el turno (nuevamente) de la comisaría Tercera de la avenida Uruguay, casi calle Ambrosetti. En plena mañana fue descubierta una ventana con los barrotes cortados y tapada con un plástico para frenar el viento frío que impera por estos días.
La abertura tenía el tamaño suficiente para que cruzara una persona de poco peso y talla y, según las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, solo restaba cortar un hierro más para ejecutar la fuga sin más impedimento que saltar al patio interno de la dependencia y escapar por los techos.
Cerca del mediodía se solicitó la presencia de peritos de la Dirección Policía Científica y de manera paralela se concretó una requisa con efectivos entrenados para operativos especiales. Se tomaron rastros y huellas para intentar determinar quiénes fueron los que planearon y ejecutaron el intento de escape y se secuestraron varias sierritas utilizadas para cortar hierro, lo que amplió las sospechas sobre algún tipo de complicidad para que estos elementos ingresaran a la comisaría.
Según otras voces de contacto con este Diario, la tarea de cortar los barrotes la habrían realizado de noche y con ayuda de un pedazo de espejo roto del baño, espiaban si algún guardia transitaba cerca de los pasillos y patios. “Con una noche más de corte habrían logrado el espacio suficiente para que cualquiera pudiera escapar”, resumió una de las fuentes.
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Otro caso en la Tercera
En la misma comisaría, en marzo del 2022 se fugó un paraguayo con condenas por robo calificado como antecedentes y sospechas de otros golpes. Recién lo recapturaron en enero de este año, en el vecino país.
San Antonio
Un hecho de similares circunstancias se registró también ayer pero en la comisaría de San Antonio, cuando la guardia de prevención inspeccionó los alimentos que fueron traídos para varios detenidos por un hombre que pocas horas antes había recuperado la libertad. Se descubrió que la bolsa con mercadería tenía un paquete de leche en polvo que a su vez escondía dos sierritas para cortar metales.
Ante que intentara retirarse, el sospechoso fue demorado y de manera oficial volvió a una celda. El lunes había salido tras 28 días “a la sombra”.