Un vecino de 45 años de Mojón Grande despertó este sábado y encontró que sus perros “Duki” y “Machi” estaban inertes frente a su casa, sin el menor signo de vida y con espuma saliendo de sus bocas.
De inmediato solicitó a la policía ayuda en su vivienda del Lote 2. Cuando llegaron los uniformados constataron que los dos mestizos tenían rastros de haber sido envenenados.
El propietario del lugar, Olivio Feliciano Quinutes, no pudo precisar quién o quiénes habrían atacado a los animales, como tampoco habría notado algún faltante de elementos del predio que le hagan sospechar de un intento de robo. Y menos aún, apuntar a alguna persona sospechosa con la que mantenga algún conflicto o enemistad tan peligrosa como para que sufran las mascotas.
Tras rubricar la denuncia, se dio intervención al Juzgado de Instrucción 5, desde donde se solicitaron medidas para intentar ubicar a los agresores.
Los perros fueron examinados por un veterinario de la zona y el informe confirmó el deceso “por envenenamiento”.