Los padres como las madres están llenitos de colores, obvio que con muy diferentes matices, un padre es ese ser que cuando somos chicos es como muestro superhéroe, en quien queremos sentirnos protegidos, resguardados y cuidados.
Si bien las formas de familias van cambiando con la sociedad y la cultura, siempre en cualquier familia la energía masculina es importante, para marcar límites, para hacernos fuertes, podría decirse que hasta para asentar las bases de quiénes seremos cuando crezcamos.
Entonces más allá de quien ocupe el lugar de padre dentro de las familias hablemos de energía y vibración, en mi caso mi padre es una mezcla de colores que tienen mucho verde, mucho violeta, y un toque de naranja y rojo, ¿por qué digo esto? Mi padre tiene un gran corazón y en su forma de ser es de esas personas que deja de tener para que otro tenga, es violeta porque hace servicio y quiere que todos encuentren la forma de conectarse con Dios, naranja porque ahora en su vejez anda de acá para allá, con su sonrisa y sus chistes, y rojo porque es terco: cuando se le mete algo en la cabeza es así y no hay forma de que cambie de idea. Amo a mi padre con todos sus colores y siento respeto y admiración por quién es, y mirando para atrás y recordando todo lo que vivimos creo que siempre estos fueron sus colores con diferentes intensidades.
Todos tenemos un padre o una energía masculina que nos acompaña en nuestras vidas, que nos marcan y ponen orden, observen quién es esa persona, qué colores tiene, cómo les hace sentir, y qué deja en su corazón. Recuerden que de la energía del padre tomamos la fuerza para lograr lo que queremos, el buen uso de nuestras capacidades, la habilidad para pedir lo que se quiere en la vida. Esta energía es muy importante en nuestra vida porque habla de amar poniendo límites, amar mostrando el respeto por uno y hacia los demás, habla de ser vulnerable y fuerte a la vez, ahora que me pongo a pensar: ser padre es bastante difícil, habla de mostrar una gran responsabilidad en la formación del carácter del hijo, tarea nada sencilla.
Celebren esta energía, celebren a sus padres abrácenlos y disfruten de ellos, que son los responsables de que estén viviendo el milagro de estar vivos (valga la redundancia), dicen que uno recién entiende a sus padres cuando se vuelve uno, y es así.
Amen, abracen y disfruten de sus papis: ¡Feliz Domingo!