Su madre, una persona ya mayor, no contestaba los mensajes y su hija se preocupó. Se dirigió entonces hacia la vivienda del barrio Fátima y se encontró con la pesadilla de encontrarla tirada en el piso en un charco de sangre. Por las heridas que tenía desde el primer momento supieron que se trataba de un asesinato. Apenas 24 horas después ya se sabía quienes eran los sospechosos. A diez meses del hecho la investigación confirmó en la etapa instructoria a los detenidos como los presuntos autores, pero esta resta ser confirmada por la Cámara de Apelaciones.
Fuentes consultadas por este Diario señalaron que los tres jóvenes de 19 años sindicados de haber asesinado a Justina Perez Viera (76), se encuentran alojados en la Unidad Penal IV de avenida Cabo de Hornos de Posadas. Aguardan el devenir del proceso penal, específicamente en este tramo la resolución de la apelación a la prisión preventiva interpuesta por el defensor.
Los tres están imputados por el delito de “homicidio doblemente agravado por ser cometido por dos o más personas, criminis causa”, es decir, se los acusa de haber matado a la mujer para ocultar otro delito, el cual se trataría del robo puesto que ella atendía un kiosco y además se apoderaron de una motocicleta perteneciente a la víctima.
El 18 de agosto de 2022 se conoció el crimen que ocurrió en la vivienda de calle Los Helechos y Los Paraísos de Garupá.
La hija había llegado a la vivienda y encontró la puerta abierta. Apenas entró se topó con el cuerpo de su madre. Llamó a la policía. Notó que faltaba la Honda Wave 110, 300 mil pesos en efectivo que su progenitora tenía ahorrados. Tampoco halló su teléfono celular ni las llaves de la casa.
Los investigadores apuntaron a la expareja de la víctima, de quien se había separado luego de denunciarlo por situaciones de violencia.
Preventivamente detuvieron al hombre de 56 años que se domiciliaba en el barrio Fátima II, pero a las pocas horas las sospechas giraron a dos mellizos de nacionalidad paraguaya pero con DNI argentino y otro cómplice.
Efectivos de la Dirección Homicidios de la Policía bajo las órdenes del juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón y la fiscalía a cargo de Adriana Marcela Veronica Herbociani concretaron un allanamiento a pocas cuadras del escenario del crimen. Sobre la colectora del Acceso Sur entre calles Juncal y Los Helechos, secuestraron la motocicleta de la víctima, dos cuchillos y ropas de los sospechosos que iban a ser peritadas en busca de rastros de sangre.
El cuerpo de Justina fue sometido a autopsia y esta determinó que tenía heridas de arma blanca en el cuello, de entre 1,5 y 3 centímetros de profundidad. Todas en la parte posterior, por lo que podía deducirse que la atacaron de espaldas.
Otra hipótesis señala que la mujer les abrió la puerta porque los conocía, o ya estaba abierta cuando ingresaron a atacarla. Por ello la misma no estaba forzada.