El Grupo Z está determinado a hacer de los misioneros su principal fuente de ganancias para invertir en el negocio del transporte en otras provincias, países y hasta diversificar sus emprendimientos.
Desde que se constituyó sin obstáculos en un verdadero monopolio no hizo más que acrecentar su voracidad recaudatoria haciendo caja con sus usuarios en Misiones y con los monumentales subsidios estatales.
Ayer volvió a dar otro paso sin que nadie, salvo los desprotegidos usuarios, le impida avanzar en ese sentido. La mecánica es la de siempre, exagerar los montos para conseguir luego lo que en verdad pretende. Es cierto, la puesta en escena de cada audiencia pública difícilmente tenga otro final más que el esperado por el Grupo, pero también sirve para que los usuarios hagan visible el estado de desprotección que padecen. Alguna vez alguien escuchará y hará algo al respecto.