En un par de semanas el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer al índice inflacionario de junio, un mes que, de acuerdo a lo que proyecta el Gobierno y la mayoría de las consultoras privadas, habría dejado un nivel inferior al 7% al que nos resignamos en las últimas mediciones.
De confirmarse, sería el segundo mes con inflación a la baja y, como no podría ser de otra manera, un argumento del Gobierno para intentar relanzarse de cara a las contiendas electorales por venir, más aún teniendo como principal figura en las boletas nada menos que al funcionario encargado de moderar las subas de precios.
Con todo y más allá de que “celebrar” dos meses consecutivos de baja inflacionaria para instalarse en 6% suene a victoria pírrica, lo interesante detrás de la “avivada” de campaña sería intentar sostener la tendencia decreciente y encarar lo que queda del año brindando merecidos alivios a los argentinos.