Un oficial ayudante de 40 años y una sargento de 39, imputados por participar en el golpe de los 700 mil dólares en julio del año pasado a un empresario obereño de 70 años, recuperaron sus puestos de tareas en la fuerza de seguridad aunque continúan ligados a la causa y podrían ser acusados formalmente y ser enviados a juicio por el juez de Instrucción 1 (subrogante) de Oberá, Pedro Benito Piriz.
Se trata de los considerados eslabones clave del golpe en una vivienda de la ruta nacional 14 que habría pergeñado y participado directamente Ramón Alberto Muñoz, alias “Negro o Negrito”, de 45 años y ya considerado especialista en delitos contra la propiedad en sus diversas modalidades, entre ellas “viuda negra”.
La decisión de la Jefatura de Policía se mantuvo bajo estricto silencio durante los últimos días, pero fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN comunicaron que tanto la suboficial como el oficial ayudante recuperaron sus puestos de funciones en la Dirección Policía Científica y en Seguridad y Vigilancia, respectivamente.
También ratificaron que el oficial ayudante estuvo asignado, antes de ser detenido en Ituazingó, Corrientes, en septiembre pasado con el “Negro” Muñoz y la sargento, como parte de la custodia del Tribunal Penal 1 de la Primera Circunscripción Judicial.
Ambos funcionarios públicos están acusados de integrar la gavilla que le robó entre la noche del viernes 1 y madrugada del sábado 2 de julio de 2021 a un empresario del rubro inmobiliario quien pactó un encuentro nocturno con una joven en su domicilio sobre la ruta nacional 14.
Fue sedado por la “viuda negra” con la ayuda de una cómplice a la que hizo ingresar a la residencia del empresario y obtuvo la llave de una caja fuerte. Además de la suma en moneda norteamericana, se llevaron un millón de pesos a bordo de un Renault Fluence que condujo, según el expediente, el “Negro” Muñoz y custodiado por el oficial ayudante.
El martes 13 de septiembre, dos meses después, el jefe de la banda y los dos policías fueron ubicados en Ituzaingó, Corrientes. Los investigadores de la fuerza de la vecina provincia fueron alertados por pesquisas misioneros y las detenciones de los sospechosos se lograron tras una persecución a una camioneta Fiat Toro negra conducida por Muñoz y quien habría intentado repeler a tiros y a alta velocidad, incluso poniendo en riesgo la vida de una hija de tres años.
Pero trascendió, tras las detenciones, que Muñoz en Ituzaingó ya estaba bajo sospecha por al menos dos robos denunciados en la zona.
La punta de ovillo para llegar al supuesto cabecilla fue el hallazgo de un automóvil Renault Fluence blanco oculto en una de las propiedades que el sospechoso adquirió al contado en Ituzaingó. Se trató del mismo vehículo registrado en Oberá en julio y utilizado para el golpe “viuda negra”.
El procedimiento donde fue detenido “El Negro” se concretó en el barrio Paraná de Ituzaingó, donde Muñoz habría adquirido en efectivo una cabaña denominada “La Tota”, calle Ferré casi avenida Félix de Azara. Pero también compró una vivienda en las inmediaciones con muro perimetral de ladrillos y que habría utilizado para guardar todo lo que no quería mostrar.
Tres meses después, el 13 de diciembre, el juez Piriz les fijó a los dos policías una caución de 500 mil pesos, que a instancias de sus abogados fue reducida a 350 mil pesos. En tanto que a la joven sospechosa de actuar como amante del empresario se le impuso una fianza de 300 mil pesos.
Muñoz tardó solo una semana más en recuperar su libertad, previo a ello fue indagado por una “tentativa de homicidio”, hecho de junio del mismo año en el barrio Néstor Kirchner de Posadas cuando le habría disparado a un testigo que declaró en su contra por el asalto en Dos de Mayo (febrero de 2022) a una empresa maderera en la que fue abatido uno de sus cómplices, Leandro Aníbal Andino de 30 años.
Entre tantas cuentas por rendir ante la Justicia, Muñoz debe responder y ser juzgado ante el Tribunal Penal 2 de Posadas por un asalto a un constructor en junio de 2015 a quien balearon. Está acusado por “robo calificado y lesiones graves”.
¿La misma vara?
Durante la noche del martes 20 y madrugada del miércoles 21 de junio de este año en Montecarlo, un sargento de la Unidad Regional XV, asignado como seguridad nocturna en un aserradero, robó veinte metros de cables para vender el cobre.
De inmediato fue exonerado por los jefes de la Policía, quienes además ordenaron se informe la medida “ejemplar” a la sociedad.
La semana pasada (30 de junio) el suboficial fue indagado por el juez de Puerto Rico, Leonardo Manuel Balanda Gómez. Admitió su responsabilidad pero también sostuvo que lo hizo porque el sueldo no le alcanza para alimentar nueve hijos. Fue imputado provisoriamente por “hurto agravado” y se le rechazó su excarcelación.
Vale preguntarse cómo y por qué se tomó la decisión que les devolvió los puestos que ostentaban antes de ser detenidos, a los policías imputados por integrar la banda de Ramón “Negro” Muñoz.