El Oberá Tenis Club (OTC) fue fundado el 17 de enero de 1940. Con 83 años a cuestas, se convirtió en uno de los clubes más importantes de la provincia y de la región. El proyecto de ley presentado por el diputado Rafael Pereyra Pigerl, proponiendo declarar al OTC Patrimonio Histórico y Cultural, con dictamen favorable de la Comisión de Educación, Cultura, Innovación Tecnológica y Deporte, volvió a situar a la institución en un primer plano, despertando emociones ligadas a la historia de vida de miles de obereños. Se gestó por la necesidad de varias familias de tener un espacio donde jugar al tenis y reunirse. Probablemente aquellos pioneros, nunca imaginaron que estaban dando vida a una institución que cobraría alas para abrazar un camino de vivencias únicas e inolvidables, de esas que perduran en el ser humano toda la vida.
Es que el OTC cumplió y cumple con todos los roles que se espera de un club y mucho más. Lugar de encuentro, de reuniones sociales, eventos culturales, espectáculos artísticos, festivales solidarios, prácticas deportivas, competencias en todos los niveles, pero mejor aún, un espacio donde se albergaron complicidades infantiles, travesuras adolescentes, sueños deportivos, fiestas familiares, encuentros amorosos… sentido de pertenencia… El OTC es todo eso, sus paredes un muro de contención de niños, jóvenes, adultos, un lugar seguro a lo largo de más de ocho décadas.
“El OTC es parte de mi vida, significa gran parte de la historia deportiva y social muy rica de la comunidad en general. Estuve en la comisión en los momentos donde se construyó el estadio de básquet (actual). Incluso hace dos años se prestó para uno de los juicios más importantes de la provincia, Caso Wasiluk. Además, mi suegro, Rolando Vignolles, fue diez años presidente, en el momento que se construyó la pileta, es un lugar que nos une a los obereños”, expresó el legislador.
Los dirigentes
Sin dudas cada una de las personas que ocuparon un cargo en las diferentes comisiones directivas fue importante. Se trata de la conducción necesaria en cada institución, gente que asume un compromiso, que pone en juego su figura, su nombre y regala su tiempo en acciones por el bien común, claramente actitudes ligadas a la vocación de servicio. Fue en el domicilio del escribano Pedro Moscón donde se llevó a cabo la primera reunión que gestó la creación del OTC. Asumió el cargo de presidente un docente, Don Erasmo Gómez, y completaron la nómina, como vicepresidente, Luis Augusto Derna; secretario, Fernando Nuñez Vieyra; prosecretario, Francisco González Bonecarrere; tesorero, Pedro Moscón; protesorero, Agustín Iparraguirre; vocales: Leo Lutz, Ramón Vivero, Luis Lampugnani y Alfonso Feversani. Ese primer grupo otorgó la responsabilidad de realizar la compra de tres lotes de tierras donde se levantaría la entidad, a Erasmo Gómez, Pedro Moscón y Luis Lampugnani. Así, el terreno de calle San Luis, esquina Belgrano, hoy esquina Berutti, se transformó en el predio institucional.
El escritor, docente y periodista, Aldo Rubén Gil Navarro, en su libro “La sorprendente Oberá” menciona que “todo parecía tan retirado, para llegar al predio adquirido se debió abrir una picadita a machete limpio” … “Hubo críticas a los hombres que decidieron construir la sede social en el lugar que ocupa actualmente y ello porque hasta allí no se podía llegar entonces con vehículos y engorrosamente a pie y hubo que desmontar el terreno. Sin embargo, aquellos visionarios que intuían el rápido crecimiento obereño, prepararon primeramente el espacio y lograron erigir hasta dos canchas de tenis, luego una de básquetbol con tribunas de cemento armado e instalación de luz eléctrica y se adquirieron fracciones de tierra adyacentes, más adelante se construyó un gran salón para actos”.
Gómez, por razones profesionales, dejó la ciudad un año más tarde y asumió la presidencia Luis Augusto Derna (P), quien tuvo un rol protagónico y destacada labor. Estuvo en varios períodos: 1941-1942, 1946-1953, 1960-1961 y 1969-1973. Lo siguieron, Faustino Bertoldi (1945-1946). Pedro Moscon (1951-1952). José Szewald (1953-1954). Einar Stevenson (1954-1960). Luis María Chamorro (1965-1967). Juan José Uffelmann (1967-1968). Juan Vitalino Martínez (1968-1969). Rolando Vignolles (1973-1982), promotor de la pileta de natación que tantas alegrías trajo al club. Enrique Rodríguez Daram (1982-1984). Raúl Feversani (1984-1986). Siguen en la nómina: Guillermo Mira, Mario Dini, Carlos Dini, Luis Augusto Derna (H), Carlos Alberto Okulovich, quien también tuvo un par de mandatos desde el 2006 al 2014 y consolidó el proyecto Básquet iniciado en la presidencia de Derna (H). Héctor Albea 2014-2018 y a partir de ahí hasta la actualidad Sergio Feversani.
“Empecé a colaborar con la comisión directiva del ingeniero Mira, después asumí como tesorero y luego como presidente. En ese tiempo empezamos con la participación del básquet y hemos hecho un montón de eventos deportivos, como entrar en la primera Liga Nacional en el ‘86, cuando trajimos un jugador norteamericano y nuestra figura estelar era Ernesto ‘Finito’ Gehrmann, con el resto de jugadores de Oberá”, relató Mario Dini.
“En aquella oportunidad trajimos a River Plate que había salido campeón de la Liga Nacional de Básquet, recuerdo que los fuimos a buscar a Villa Ángela (Chaco) y que cuando debían volver, el avión que iban a tomar, cayó cerca del Aeropuerto de Posadas, así que no pudieron volver como estaba previsto”. Los eventos sociales fueron una constante. “Hicimos muchas fiestas, dos recordadas cena-show con orquesta, donde sorteamos un auto y con eso obtuvimos recursos para hacer lo que aún perdura, sanitarios, la entrada por Berutti y otras remodelaciones. Vinieron folcloristas importantes, recuerdo, por ejemplo, al Chango Nieto, siempre ligado al tema social y cultural. También con propuestas para los jóvenes, con DJs como Flavio Bogado. Los carnavales eran fiestas importantes o la inauguración de temporada de pileta, con mucha gente siempre”, recordó Dini.
“Para mí el Oberá Tenis Club fue el patio de mi casa, cuando mi mamá me quería encontrar sabía que estaba en el club. Tuve la suerte de practicar todos los deportes que se daban, bochas, básquet, tenis, natación, vóley. En toda mi vida el OTC fue una pasión, algo inigualable, como la etapa de la Subcomisión de Básquet, con un grupo de amigos, que llevó al club a Liga Nacional nuevamente. Es mi segunda casa, donde me crié, donde tuve el privilegio de ser presidente, mis hijos también crecieron ahí y verlo donde está hoy, me llena de alegría, satisfacción y orgullo. Cuando me dicen Oberá Tenis Club es sinónimo de un amor indescriptible”, subrayó Mario Dini.
Los deportistas
Seguramente sacar el cálculo del número de deportistas que se formaron en el club sería una tarea prácticamente imposible. Pero muchos de ellos se aferraron a la carrera deportiva e hicieron trascender al club traspasando fronteras, como el nadador olímpico Sergio Ferreyra quien estuvo en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y Beijing 2008. O en el básquet José Manuel Fabio y en el tenis, Diego Hartfield. Obereños que se formaron en el OTC.
Justamente Fabio y Hartfield acompañaron al actual presidente, Sergio Feversani, a la sesión de comisión de la Legislatura, donde se trató el proyecto de declaración como Patrimonio Histórico y Cultural. “Me parece un proyecto importante para el club, para la gente que estuvo antes, desde los inicios. Es un club que sobrevivió al paso de los años y no solo eso, sino que también creció. En estos tiempos con la llegada del básquet profesional se convirtió en un club importante de toda la región, ni hablar de la provincia. Así que es un reconocimiento para la gente que siempre trabajó por el club”, señaló José Fabio, hoy coordinador de básquet del OTC.
“Para mí el club fue el lugar que me permitió desarrollar mi pasión, que se convirtió luego en mi profesión. A nivel personal es muy importante para mí, llegué a los 4 años, hoy tengo 44 y estoy en el club con nuevos desafíos, por lo que puede seguir el crecimiento por mucho tiempo más”, afirmó.
Por su parte el ex tenista profesional, quien enfrentó al emblemático Roger Federer, en Roland Garros y en el Australian Open, opinó “que el OTC sea Patrimonio Histórico y Cultural me parece una gran iniciativa, sobre todo por lo que siempre generó y está generando en los chicos. Ver tantos chicos en el club haciendo deportes y todo tipo de actividades sociales me parece muy relevante para la sociedad”, expresó Diego.
“Fue lo que me pasó a mí. Me crié en el club, salía de la escuela y me pasaba la tarde ahí haciendo deportes. Después me fui inclinando por el tenis, pero haber tenido un club tan cercano fue impactante para mí. Mi segundo hogar durante toda mi infancia, no tengo ninguna duda al respecto”, subrayó.
Múltiples campeones locales, provinciales e incluso nacionales, pero más allá de la performance o logros deportivos, si los rincones de la entidad hablaran se regodearían por los valores que sembraron, llorarían por los episodios tristes de los que fueron testigos, se reirían hasta el hartazgo por tantas anécdotas y buenos momentos, se pondrían nostálgicos recordando a quienes ya no están, pero sobre todo felices por los niños, jóvenes, familias que pasaron y pasan para practicar algunos de los deportes que se desarrollan. Probablemente eso ocurra, en un espacio que late con el corazón de cada socio o no socio, con cada visitante. Probablemente cuando las luces se apagan, se cierran las puertas, descansa con la tranquilidad que otorga la tarea cumplida en plenitud.
Comisión Directiva
Con muchos desafíos por delante la recientemente renovada Comisión Directiva encabezada por Sergio Feversani, en su segunda gestión y en el cargo de vice por primera vez una mujer, Maria Cristina Nakatsuka, ostenta el logro de haberle dado a la institución un salto de calidad. Con temporadas muy exitosas en la Liga Nacional de Básquet, la clasificación por segunda vez a la Liga Sudamericana, título de campeón de Liga Desarrollo con el plantel juvenil, organizador del Inter Ligas con Brasil. Promotora del movimiento constante de niños y jóvenes en diversas disciplinas. Refacciones y embellecimiento de las instalaciones. Apertura de un Museo del Club, entre otros, mantiene el rol esencial de la institución que con más de 83 años sigue caminando firme y más fortalecida que nunca. “Estamos muy felices y orgullosos por que se reconozca toda la trayectoria histórica, cultural y social del Club”, indicó Feversani.
“El Club fue creciendo con la ciudad, parte de un montón de hechos históricos. Mucha gente que pasó por aquí dejando su tiempo, su trabajo, su impronta. La Ley dará resguardo de las instalaciones, permitiendo obras que la mejoren. El Club es importante en el desarrollo comunitario, en el desarrollo de nuestra gurisada. Los proyectos que tenemos es seguir creciendo y brindando buenos servicios a socios y no socios, a todos los que nos visitan. Hay mucho por hacer todavía”, remarcó.