La semana hábil cerró con el dólar blue entre los 522 y 527 pesos en el mercado informal. Una mala señal para la economía argentina, que tiene un dólar oficial pero se “mueve” con el paralelo al mismo tiempo para las decisiones, especialmente de precios de los productos de consumo.
Sin dudas que significará un impacto en la vida de los argentinos, de por sí marcada en un presente de menor consumo que -en gran medida- se debe a la constante pérdida de poder adquisitivo.
En el mundo financiero, advirtieron ayer que la falta de definiciones entre el FMI y el Gobierno de Alberto Fernández, genera no solo incertidumbre sino intranquilidad. La misión que viajó a EEUU para tratar de avanzar en el cierre del acuerdo por la deuda, no tuvo el éxito esperado.
Esa “mala suerte” de los enviados de Sergio Massa, hizo que las acciones de las empresas argentinas tuvieran caídas, donde no se salvó la petrolera YPF, firma insignia del país en los mercados.
Esa cadena de sucesos, terminó haciendo que el dólar blue siguiera subiendo y, para muchos de los analistas económicos, probablemente llegue a rozar los 600 pesos en poco tiempo.
La casi nula posibilidad del Banco Central de la República Argentina de poder “apagar” las llamas financieras, fueron liberando el camino a la moneda norteamericana en este ascenso.
¿Massa perdió la confianza de actores de la economía que lo defendieron para suceder a Martín Guzmán, tras el efímero paso de Silvina Batakis? Algo de esa relación no está yendo por el camino esperado.
Las consecuencias de esa trama de relaciones de poder se van sintiendo en los argentinos de a pie que “batallan” a la inflación, a las compras más reducidas, a la pérdida de calidad en los productos que consumen.