Poco más de un año ha pasado de aquella fatídica tarde cuando, durante un bautismo de iniciación en el Regimiento Monte 30 (Apóstoles) del Ejército Argentino, el cabo Michael Natanael Verón sufrió una caída que le provocó lesiones gravísimas en la columna vertebral.
Aquel incidente, que tuvo lugar en el Club de Suboficiales del Ejército (La Chalay) de la Capital de la Yerba Mate, le provocó una lesión medular que lo dejó parapléjico. “Hoy no puedo mover las piernas, todo esto nos cambió la vida completamente a mí y a mi familia“, contó en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Luego de haber permanecido internado por varias semanas en Posadas, y atravesado numerosas intervenciones, Natanael fue derivado a Buenos Aires donde aún continúa con sus rehabilitación. “Hoy gracias a Dios me encuentro mucho mejor, más estable“, indicó a la radio de PRIMERA EDICIÓN.
Más allá de su situación, Natanael reconoce que el incidente pudo tener consecuencias mucho peores, por lo que “le doy gracias a Dios por estar vivo”, aunque lamentablemente confirmó que ya no podrá volver a ponerse de pie: “No voy a volver a caminar, me duele mucho decir eso, pero es lo que la medicina dice“.
También le dedicó unas palabras a su familia, quienes estuvieron junto a él desde el día uno y son su principal apoyo para seguir luchando. “Ellos están conmigo, me están acompañando, y el apoyo de la familia es muy importante. Estoy con tratamiento psicológico, psiquiátrico, porque la verdad que hay días que se complica mucho, pero trato de poner todas las ganas, la fuerza que me dan mi hijo, mi señora, mi madre, y la sigo peleando, y sé que lo voy a lograr. No sé cómo va a terminar todo esto, pero lo que busco es la mayor independencia posible“.
Precisamente, uno de los factores más importantes de su rehabilitación tiene que ver con alcanzar la mejorar calidad de vida e independencia posible, ya que “hasta el día de la fecha estoy con asistencia para todo, lo que es higiene personal o para comer“.
Lamentablemente, para alcanzar dicha autosuficiencia necesitará de una serie de herramientas que le permitan movilizarse y hacer una vida normal, elementos que iban a ser proporcionados por el Ejército nacional, pero que hasta el momento no han aparecido.
“El equipamiento se pidió todo, pero lo único que me llegó fue la grúa de transferencia. Yo sigo insistiendo al Ejército que por favor, así como unos meses atrás o cuando pasó el accidente me decían que yo era prioridad, le pido por favor que siga manteniendo eso. Si bien se pidió todo el equipamiento y los materiales, hoy en día no tengo respuesta, no me llegó nada, y pasó ya un año del accidente. Le pido al Ejército que esté al tanto de mi situación, que me brinde todo el apoyo que necesito”.
“Yo amo al Ejército, la verdad que me duele un montón lo que me pasó y lo que está pasando, que tengo que estar llamando e insistiendo por todas estas cuestiones administrativas“, agregó.
Por otra parte, una vez finalizado el tratamiento y ya con todos los elementos que necesita a su disposición, su intención es retornar a la provincia para continuar con su vida. “Me encantaría volver a Misiones, pero con todo esto del tema del equipamiento, si no está todo en condiciones, lastimosamente no me puedo volver, así que esperaremos que se acomode todo“, cerró.