A partir de las consecuencias de la sequía en la economía argentina, el Fondo Monetario Internacional modificó su pronóstico y moderó a la baja las expectativas de crecimiento respecto al dato dado a conocer en abril, cuando proyectó un crecimiento del 0,2% para este año. De acuerdo a las estimaciones del organismo que negocia un acuerdo con Argentina, la economía del país caerá 2,5% en 2023 y se recuperará con un crecimiento del 2,8% en 2024.
“Argentina atravesó una situación muy difícil por la sequía”, por lo que “se prevé una tasa de inflación para 2023 de 120%”, expuso el FMI en su informe.
Atendiendo a estos nuevos parámetros, es de esperar que el resultado de las negociaciones que el organismo lleva adelante con el país contengan el “aire” necesario para soportar lo que queda de un año que marcha irremediablemente hacia la recesión.