¿Te ha pasado alguna vez querer alcanzar un objetivo y cuando estás por lograrlo, hacer algo que en lugar de sumar reste? es lo que conocemos como autoboicot.
Varios son los ejemplos que podemos dar: querer adelgazar y cuando estamos en el camino comer de más y recuperar el peso perdido; tener que terminar un trabajo o proyecto que para nosotros es muy importante, y procrastinar en hacerlo, tener un evento que para nosotros significa mucho y hacer algo antes, entonces llegamos cansados sin poder dar nuestro 100%.
Los ejemplos sobran, el hecho es que cuando estamos yendo hacia una dirección, con pasos hacia adelante, y comenzamos a ver la meta, hacemos cosas que significan un retroceso y lo peor, es que luego nos sentimos mal por eso, nos genera culpa y muchas veces nos enojamos con nosotros mismos.
En lugar de enojarnos y llenarnos de culpa que a su vez genera más enojo, lo ideal es poder salir de ese círculo negativo, mirarnos con amor, y preguntarnos ¿Por qué lo hacemos?
Hay una emoción escondida detrás de eso, y la clave para poder superar el autoboicot es poder descubrirla y observarla.
Darnos cuenta que hacemos lo que hacemos porque de alguna forma alcanzar lo que queremos, por muy loco que parezca, nos genera miedo.
Cada persona es única, y también lo son sus miedos y creencias, por ello, la respuesta no es la misma para todos, la clave es conversar con nosotros mismos para poder poner luz a esa zona que está oscura y darnos cuenta que pensamos muy en el fondo que podría llegar a pasar si logramos lo que queremos.
Nuestros pensamientos y sentimientos ocultos, son los que nos mantienen en un camino sin dejarnos pasar a otro, aunque conscientemente queremos cambiar de camino.
Para vencer esas resistencias que nos dificultan lograr lo que soñamos, el camino es el diálogo con nosotros mismos, descubrir que nos asusta, y poder ver qué herramientas tenemos para eso.
También es importante ver que de algún modo, permanecer en este camino que queremos cambiar, nos da un beneficio, una cierta tranquilidad.
Poner luz y ver cuál es el miedo que nos mantiene en el camino presente y cuál es el miedo que nos da lograr lo que queremos, nos hace ver también qué herramientas tenemos para poder salir adelante.
El enojo con nosotros mismos, la culpa o la fuerza para hacer algo, no es el camino. El amor, la comprensión y el diálogo, descubrir que sentimos y que podemos hacer ante eso, sí es el camino que nos va a permitir trascender estos miedos y lograr lo que queremos.