Cristian Adriel Da Silva trabaja hace siete años para la empresa Expreso Aristóbulo del Valle y hace tres, que hace el servicio interurbano desde esa localidad hasta Campo Grande. El martes último, su oportuna intervención permitió que la policía detuviera a un sospechoso de raptar a un menor y que además tiene antecedentes por abuso sexual.
En contacto con PRIMERA EDICIÓN, el chofer de 32 años contó pormenores de lo que fue para él, una sorpresa pero que al fin y al cabo terminó con final feliz. “El niño subió al colectivo en la rotonda de Aristóbulo y me dijo si podía esperar unos segundos, cuando miré había un señor comprando en un almacén y luego también subió”.
Hasta ahí la historia no tenía nada extraño, pero a medida que el vehículo se alejaba de Aristóbulo, la cosa comenzó a cambiar. “El chico le contó a otro pasajero que se iba a Campo Grande porque le iban a regalar una bicicleta. Pero cuando me doy cuenta, lo veo cada vez más asustado y ahí empecé a sospechar”, dijo Cristian.
“El hombre que llevaba al menor estaba hablando con otro sujeto y el niño lloraba. Yo le pregunté qué le pasaba y se quebró: me dijo que quería volver a su casa y si le podía bajar o si en Campo Grande iba a tener otro colectivo para regresar”.
“El hombre trataba de calmarlo, pero no había caso. Ahí fue que le dije, ese no es tu hijo o que pasa. Me dijo que sí pero el niño comenzó a gritar que no”, agregó.
“En realidad soy el padrastro me dijo, pero el chico insistía que no. Seguimos viaje y quedé pensando como actuar porque sabía que algo no estaba bien”, acotó el trabajador.
El viaje se había iniciado alrededor de las 19.35 y para las 20 ya estarían en Campo Grande. En ese lapso, el chofer optó por seguir y actuar en la terminal de Campo Grande.
“No sé si hice bien, yo no quería que el hombre se dé cuenta que yo iba a buscar a la policía porque sabía que algo andaba mal. Ni bien llegamos, el chico no quería bajar con el hombre”, agregó Da Silva.
“Él no es tu hijo y acá pasa algo le dije al tipo y él me quería convencer que lo lleve a la rotonda donde subieron, pero solo al chico. Como le voy a dejar allá solo le dije y el hombre dijo que lo tirara allá y que le perdone por el escándalo”.
Acto seguido, según Cristian, fue a buscar a un suboficial del destacamento de Policía dependiente de la UR-XI en la terminal y un efectivo se puso a cargo de la situación.
“El policía vino y le preguntó al niño qué pasaba y este le contó todo. Que este hombre le prometió que se iban a Campo Grande a buscar una bicicleta, pero andá a saber qué quería realmente con la criatura”, añadió el colectivero.
El sospechoso fue detenido y para ese momento ya era cerca de las 22. Cuando el trabajador regresó a Aristóbulo del Valle supo también que allá estaban buscando al menor porque el presunto depravado lo captó en la calle cuando jugaba con su hermanito y le dijeron que se quedara tranquilo que iban porque el hombre trabajaba en la empresa de colectivos como mecánico y podían retornar, aunque no hubiera más servicio.
El hermano del niño comentó esa situación a su madre quien a su vez dio parte a las autoridades locales, siempre de acuerdo a la versión del chofer. El caso es investigado como “rapto” y el acusado declararía ante el juez de Instrucción de turno en Oberá durante los próximos días.