El Fondo Monetario Internacional, que demoró apenas un mes en otorgar el préstamo más voluminoso de la historia, tardó prácticamente meses en aprobar uno de los asientos contables que oficializó ayer y que permite el envío de otros varios miles de millones de dólares para Argentina después de las Primarias del mes que viene.
Más allá de lo llamativo en cuanto a los tiempos, es necesario destacar también que se trata de otras autoridades (en ambos lados del mostrador) y, claramente, otra coyuntura devenida de la inestabilidad del sistema internacional, de la sequía y del propio préstamo que sigue acogotando las cuentas del país.
En rigor, lo más preocupante en el cortísimo plazo es el pago de un vencimiento el lunes y otro en agosto antes de las PASO.
Pero vale “celebrar” que el nuevo acuerdo oficializado ayer por el organismo crediticio representa algo de oxígeno para el delicado momento del país, aunque más no sea un nuevo parche.