Durante los últimos días la Estudiantina de Posadas ha dado mucho que hablar debido a la polémica que generó la posibilidad de un cambio de sede para esta edición 2023. El último viernes se llevó a cabo en el Concejo Deliberante de Posadas una jornada de debate para abordar esta idea del Municipio, que propone trasladar el desfile -que se realiza en el cuarto tramo de la Costanera-, al Parque La Cantera, por considerarlo un punto destinado a eventos.
Se trató de una primera instancia, ya que aún quedan pendientes otras reuniones. Lo cierto es que falta menos de un mes para la primera Prueba Piloto, cuya fecha, según confirmó la presidente de APES a Primera Edición, será el 22 de agosto y la comunidad competente necesita saber cuál será la decisión final. Sin embargo, el estudiantado, padres, docentes y colaboradores han ratificado su postura de negación ante el cambio de sede.
En resumen, esta es de alguna manera la situación actual que atraviesa la fiesta de los estudiantes. Pero no es la única. Porque si hay algo que se mantiene es el entusiasmo y compromiso de los chicos y chicas que deciden sumarse a esta experiencia que consideran “única” en su trayectoria por la secundaria.
Al menos así lo manifestaron algunos participantes con los que conversó este Diario, en el marco de una recorrida por ensayos días atrás.
Trabajo en equipo y “una experiencia inolvidable”
Directores y directoras de Cuerpo de Baile y Banda de Música de los colegios Inmaculada Concepción, Roque González, Virgen de Itatí, Lisandro de la Torre y Pedro Goyena resaltaron que se mantiene una alta convocatoria y los participantes asisten a los ensayos sin falta, porque a pesar de las dificultades económicas, los mueve “la pasión”.
La encargada del cuerpo de baile de la Inmaculada Concepción comentó que “estamos trabajando a full porque se apresuró bastante la primera Prueba Piloto. Nuestro colegio fue creciendo, tenemos cuerpo de baile por supuesto y banda, también carroza y es lindo ver el entusiasmo de todos”.
En cuanto a cómo repercuten los altos costos, la joven reconoció que “este año se hace sentir bastante, está todo muy caro”, y por eso “traemos insumos de otros lados, aunque tratamos de ir con lo más económico igual cuesta conseguir”, lamentó. Pero aseguró que el compromiso es colectivo y mantienen a la orden del día ventas de todo tipo, “comidas, ropa, rifas” para solventar los gastos; asimismo, los padres los apoyan constantemente en el proceso.
“Para mí la estudiantina es una de las mejores cosas que me pasó. Aprendí un montón, a desenvolverme mejor, es creo el recuerdo más lindo que me va a dejar el colegio, una hermosa experiencia”, expresó la estudiante.
Por su parte, las directoras del cuerpo de baile del Instituto Roque González también hicieron énfasis en que “las ganas que le ponen los chicos” va de la mano con el empeño que le dedican a trabajar en conjunto a fin de recaudar dinero y cubrir los gastos de trajes, insumos y todo lo que conlleva participar en el evento.
“Buscamos ayudar a todos con venta de arroz con pollo, pastelitos, de todo, para evitar que saquen de sus bolsillos y puedan trabajar para solventar los costos. Los profesores y padres siempre nos acompañan en este sentido. Sabemos que la situación económica es algo que como país nos afecta a todos y por supuesto a los chicos, entonces siempre nos ayudamos“, resumió Emilia Dopin, de 5to año Informática.
En cuanto a qué piensa de participar de esta fiesta, la joven dijo que “lo sentimos con mucho amor representar a nuestro colegio y además es una experiencia inolvidable de la secundaria, quienes tengan la oportunidad de sumarse espero que lo hagan”. Por su parte, Virginia Galeano de 5to Naturales resaltó que se trata de “una actividad que a muchos chicos les ayuda a veces a escapar de ciertas realidades que atraviesan, y también aprenden a desenvolverse más”. Al final, María Lucila Rodríguez, de 5to Informática, opinó que “es una pasión que representa unión; hacés amistades y lo que más se comparte es el disfrute y el compromiso de trabajar todos juntos para ayudarnos”.
Quienes también conversaron con PRIMERA EDICIÓN fueron los directores de banda de música del colegio Lisandro de la Torre, que es el segundo año que participa de la Estudiantina, aunque ya lo había hecho en la edición 2013.
Pablo Vasciuka y César Acuña se encontraban en su zona de ensayo, alrededor del mural hecho con lápiz en el cuarto tramo de la Costanera posadeña. “El año pasado por algunos problemas externos y familiares se nos complicó, pero este año pudimos salir a flote y acá estamos. De a poco los chicos se van acoplando y cumplen con los prácticas, somos 30 integrantes aproximadamente en banda”, contó Pablo.
En este punto, reconoció que “muchos no querían participar porque somos un colegio chico; pero después nos dimos cuenta que no importa la cantidad, sino la pasión que pongamos y ahora los ensayos están saliendo hermosos. Además contamos con el apoyo de la mayoría de los padres y eso se agradece mucho. Es lo mejor que nos pudo haber pasado en la secundaria”, resaltó.
Haciendo referencia a los “colegios chicos”, el joven dijo que “al Lisandro le costó mucho porque no podíamos entrar en la categoría y después se nos dio. Hay otros colegios que capaz tienen la misma pasión pero sienten miedo por ser ‘chicos’, lo ideal sería que pierdan ese temor”, sugirió.
Por lo pronto, los ensayos de las 25 instituciones que participan de la edición 2023 de la Estudiantina seguirán desarrollándose con normalidad en los distintos sectores de la ciudad asignados para cada una. Mientras, continuará en debate el posible cambio de sede para las noches de calle que, según estiman, podrían lanzarse entre fines de septiembre y el mes de octubre.