Si trabajas en ti, tu forma de ser, tu forma de relacionarte, de estar en el mundo, la calidad de tus actos y tu actitud ante la vida, lo que reflejes, aquello que manifiestes y emanes a tu alrededor será un reflejo de lo que tienes dentro.
Es ley.
¡Como es adentro es afuera!
Somos el reflejo de la calidad de nuestros actos, emociones y pensamientos, imposible manipular por mucho tiempo la mentira, serás una imagen sin sentido, sin contenido, una fachada que tarde o temprano se caerá.
Como te mueves, como hablas, como miras. ¡Así eres! Eres la luz que puedes alcanzar, de ella estamos tejidos.
Luz es comprensión, amor, pureza y claridad, y esto solo se consigue con trabajo interno.
¿De qué tipo de trabajo te hablo? Aquel que se hace en el interior de cada uno en silencio y en soledad.
Al igual que la creación en la naturaleza, todo el trabajo interno que se realiza en el interior requiere de tiempo y paciencia, es un proceso.
Siempre es en silencio, sencillo y sagrado porque conlleva la transformación de nuestros patrones, esquemas y estructuras que ya no nos sirven, y el cambio es un proceso, es como volver a nacer.
Recuerda la transformación de la oruga en mariposa, recuerda cómo la serpiente cambia su piel cinco veces en su vida, los elefantes cambian sus dientes, nosotros por formar parte de este mundo, de esta naturaleza, de este patrón de creación que es universal, lo hacemos de la misma forma.
Es un proceso y todo proceso necesita tiempo, esfuerzo, respeto, focalización y energía que, seguramente retiraremos de otros aspectos superfluos de nuestra vida.
Como una poda en el jardín, como si podáramos de malezas nuestro interior, así resurgiremos con nuevos brotes más frescos, nuevos, libres y llenos de esperanza para poder desarrollarnos en una nueva dirección.
Confiá en el proceso de la vida, ella tiene un gran propósito para cada uno de nosotros y recuerda, no somos perfectos, somos perfectibles y venimos a trazar perfección, esa perfección de donde todos venimos y hacia donde volveremos.
Y en el mientras tanto… ¿Qué estás dispuesto a soltar que no sirve para mejorar?
¿Estás dispuesto a salir de tu zona de confort?
¿Estás dispuesto a verte a ti mismo?
Aquello que te ata, aquello que te limita, aquello que te duele, te está mostrando por dónde continuar en el camino de aprendizaje.
Ten el coraje de verte a ti mismo con buenos ojos y así podrás ver al mundo con amor.