Con un gran primer tiempo, donde hizo la diferencia y los goles, Atlético Oberá venció a Atlético Campo Grande por 3-1, en la primera final “Dr Juan Epifanio Barrios” de la Liga Regional de fútbol, que se disputó ayer en el estadio Alfonso Feversani de Oberá.
Los goles del conjunto obereño fueron anotados todos en la primera mitad, por Yonatan Leites y Nicolás Portillo en dos ocasiones; mientras que descontó Jeferson Corrales en el complemento.
El equipo dirigido por Darío Portillo tuvo un arranque fenomenal. Desde el pitazo inicial del árbitro Oscar Schunke salió con todo a conseguir la diferencia.
Y lo hizo rápido. A los doce minutos lastimó por arriba, una de sus principales armas, tras un tiro de esquina que encontró solo el ingreso de Leites, quien venció la resistencia del arquero Eliseo Flores con un suave toque.
Cuando parecía que el gol había sacudido a Campo Grande, llegó el segundo del local. Esta vez fue Portillo el que sorprendió al arquero de pelota parada. El enganche se hizo cargo de un tiro libre y todos esperaban el centro al área, pero Nico sacó un fuerte disparo que se coló en el primer palo del 1 e hizo delirar a toda la hinchada local.
El Decano golpeó con dos goles en menos de treinta minutos y su rival lo sintió. El Aurinegro fue en busca del descuento, sin embargo todavía aturdido recibió la estocada final.
El delantero Franco Saavedra contragolpeó rápido, le ganó a su marcador por afuera y metió un centro atrás preciso para Portillo. El 10 le pegó de primera y otra vez venció la estirada de Flores y sumó su segunda tanto de la tarde, el tercero de su equipo.
El primer tiempo del Decano fue perfecto. La ofensiva funcionó muy bien, con una enorme efectividad y la línea del fondo contuvo muy bien los pocos ataques del equipo visitante.
A Campo Grande nada le salió bien en los primeros cuarenta y cinco minutos, encima se quedó con uno menos a los 35’ cuando Pablo Viera vio la roja directa por un golpe a Leites.
El delantero vio la expulsión y no pudo contener el llanto. Es que es una de las cartas goleadoras de su equipo y sabe que no estará en la revancha, justo cuando más lo va a necesitar Campo Grande.
Con amor propio
En el complemento, El Decano siguió manejando el control del juego en el mediocampo, sostuvo el resultado hasta que se relajó, se retrasó en el campo de juego y dejó crecer a su rival.
En los últimos veinte minutos del partido, el Aurinegro fue en busca del descuento con mucho amor propio, pero muy poco juego.
No obstante, logró su cometido gracias a una “guapeada” de su volante central. Atlético Oberá quiso salir jugando y el cinco salió a cortar. El arquero Matías Kluge intentó gambetearlo, pero Corrales lo anticipó y anotó el único gol de su equipo. Un premio para el esfuerzo del mediocampista.
Recién después de ese tanto, Campo Grande se dio cuenta que estaba jugando una final. Y en los últimos diez minutos acorraló al local, sobre todo con pelotas aéreas, con tiros libres y de esquina.
Los obereños sumaron faltas en defensa y sufrieron con los centros. El volante visitante Ricardo Damus sacó a relucir su buena pegada y llevó más de un susto a los locales, pero el marcador no se movió y la victoria por 3-1 fue lo más justo para ambos.
La revancha se jugará el próximo domingo, en el estadio Parque General San Martín de Campo Grande, donde el Aurinegro buscará revertir el resultado, mientras que Atlético Oberá irá por el tricampeonato del fútbol de Oberá.