Un joven fue condenado por segunda vez en apenas siete años por homicidio. Se trata de Lorenzo Fabián Acosta (28), quien ayer firmó un acuerdo mediante un juicio abreviado por 10 años y 6 meses de prisión por el crimen de César David Quiroz (28), perpetrado el 26 de septiembre de 2020 en el barrio 1º de Mayo de Puerto Iguazú.
Por la misma causa también llegó a debate quien era su pareja al momento del hecho, Clara Soledad Riveros (33), quien acordó 5 años y 4 meses de cárcel en calidad de “partícipe necesaria” del mismo delito, indicaron las fuentes.
El proceso judicial implementado para ahorrar tiempos procesales, tuvo lugar ayer en el Tribunal Penal de Eldorado, donde los imputados admitieron la materialidad y la autoría del homicidio de César Quiroz. Estuvieron acompañados por sus abogados defensores y el acuerdo de montos de penas a cumplir también fue firmado por el fiscal del citado Tribunal, Federico José Rodríguez.
Vale destacar que esta fue la tercera audiencia en que ambos acusados se presentan, las anteriores fueron suspendidas por cambios en la defensa del joven. El debate oral estaba programado iniciarse ayer, pero minutos antes los sospechosos decidieron abreviar.
Estaba con condicional y mató
Lorenzo Acosta al momento de cometer el crimen de Quiroz, se encontraba con libertad condicional porque aún purgaba la pena impuesta por la muerte de Porfirio Martínez (65), quien recibió una golpiza por parte de varias personas y en medio de una presunta disputa por terrenos. Por ese hecho, cometido en febrero de 2014 y también en la Ciudad de las Cataratas, fue sentenciado en 2016 a 9 años de prisión en calidad de coautor y también en un juicio abreviado.
Es decir que se convirtió en un reincidente de asesinato y mientras gozaba de un beneficio otorgado por la Justicia. El segundo crimen en su prontuario tendría como prólogo un hecho de presunta violencia de género contra su pareja, quien también fue condenada por su rol en lo que sucedió.
Aquel 26 de septiembre de 2020 era sábado. A las 5 César Quiroz se levantó a tomar mate con su concubina (de 31 años) en la parte exterior de su vivienda del barrio 1º de Mayo de Puerto Iguazú. En determinado momento observó una discusión en la calle entre un hombre y una mujer. Si bien no se conocían, luego se supo que eran vecinos. Fue allí que Quiroz intentó mediar. Esto habría enfurecido al agresor, quien lo corrió con un puñal.
La víctima se dirigió hacia el patio de su domicilio para intentar ponerse a salvo. El atacante no desistió y tras alcanzarlo le asestó una serie de puñaladas que lo dejaron muy mal herido y con una profusa hemorragia.
Quiroz cayó en su pileta de lona ya sin signos vitales. Luego de esta acción el agresor y su pareja se dieron a la fuga. Minutos después de conocido el hecho los uniformados llegaron a una casa del barrio Bicentenario, donde con una orden de allanamiento precedieron a arrestar al sospechoso y a una mujer, sindicados como partícipes del crimen que se investigaba.
La participación de la mujer
El joven y en base a indicios y los dichos de la principal testigo, quien era pareja de Quiroz, fue acusado de ser el autor material del mortal ataque, en tanto que la mujer fue responsabilizada por ser quien se abalanzó sobre la novia de la víctima y la atajó para que no se interpusiera. Para la Justicia fue “partícipe necesaria” junto a su pareja del delito de homicidio.
Tras su captura la policía detectó en su base de datos que Acosta registraba una condena previa y que hacía apenas seis meses había salido de la cárcel. Otro dato no menor es que su primer asesinato lo cometió cuando tenía 18 años.
Ahora regresó a una penitenciaria para purgar 10 años y 6 meses de pena, no descartándose que tras ser homologada por los camaristas y quedar firme dicha sentencia, se le unifique con la anterior.
En el caso de la mujer (quien firmó por 5 años y 4 meses) fue beneficiada con prisión domiciliaria, ya que tiene cuatro hijos a su cargo, el menor de dos años.