Para que este Mes de la Niñez no se limite solo a un regalo o un momento de alegría con los más pequeños, PRIMERA EDICIÓN entrevistó a Graciela Mana, a cargo del Juzgado de Familia N°1, quien reflexionó sobre el cumplimiento de los derechos de los niños en el país, los cambios socioculturales, legales y judiciales que tienen como eje el bienestar de la familia.
¿La aplicación del sistema judicial acompaña los cambios sociales?
Las concepciones existentes en las sociedades sufren transformaciones de la mano de los cambios sociodemográficos, socioeconómicos, los avances culturales y la aceptación de la diversidad. Cuando se aprobó el divorcio en el país fue como un tsunami, lógicamente les costó más a algunos sectores que a otros; algo similar ocurrió con la ley de género y la ley de matrimonio igualitario. En los últimos 50 años hubo un cambio enorme en nuestra sociedad y también en la aplicación y el acompañamiento del sistema judicial.
¿Cómo se refleja este acompañamiento en Misiones?
Desde 2015 a la fecha logramos tener en Misiones más juzgados especialistas en el fuero de familia: contamos hoy con tres juzgados de familia y dos de violencia en Posadas, además de otro un juzgado de familia en Garupá y un juzgado multifuero en Apóstoles. Siete en total en la Primera Circunscripción. Obviamente, la especialidad hace que la mirada no sea sesgada, desde una sola ciencia. Fuimos incorporando con el correr del tiempo a las otras ciencias a los juzgados, a medida que tuvimos una respuesta económica y política por parte del Gobierno provincial.
Somos parte desde 2002 (a través de la Ley 3.820) de la Convención de los Derechos del Niño (de 1898). Argentina lo hizo tres años después a través de la Ley 26.061.
La legislación misionera es muy innovadora, está atenta a los cambios que se producen en la Corte Interamericana, en la corte Europea y las opiniones consultivas… incluso tenemos un Digesto de Género que es pionero. La Convención de los Derechos del Niño busca un bienestar integral en el niño. Algunos países fueron reacios a su adhesión con el argumento que no tenían la estructura para aplicarla en su totalidad. El camino de Argentina fue distinto, primero la aprobó y luego comenzó a buscar los caminos para ir incorporando el cumplimiento de esos derechos. Eso es lo que hacemos hoy.
¿Hay mayor compromiso de la gente como garante de derechos?
Los derechos de los niños involucran a toda la comunidad. Muchas veces las protecciones de niños se generan porque una persona del ámbito educativo o del barrio alertó sobre la violación de algún derecho. Creo que esto se debe también a que la comunidad ve cómo se está respondiendo desde el Estado, cómo estos organismos que se fueron creando se van llenando de contenido, tratan de ejercer sus roles de cara al problema de situación de vulnerabilidad.
Esto no quita la importancia de trabajar en la prevención, primero en la educación del derecho para evitar estas situaciones de vulneración. El propósito de los que estamos comprometidos con los derechos de los niños es hacer llegar a la gente y a todo el pueblo misionero cuáles son los derechos de los niños, qué es el derecho a la educación, cuánto se avanzó en la prestación del servicio para garantizar este derecho: escuelas más cerca, mejores condiciones de los caminos. Lo mismo respecto al derecho a la salud, el acceso a los hospitales, si hay turnos, especialistas… todo eso fue avanzando, sin embargo todavía falta.
Es importante seguir impulsando este movimiento, buscando adeptos a tener la esperanza en el niño y el adolescente.
¿Cuáles son los derechos de los niños vulnerados que más llegan a la Justicia?
Creo que fue un boom del compromiso social, de dar a conocer la violencia intrafamiliar. No creo que haya más violencia intrafamiliar que antes, pero claramente se denuncia más. Cuando en 2008 el Superior Tribunal de Justicia aprobó por acordada la creación de dos secretarías de violencia familiar, en el Juzgado de Familia Nº1 y Nº 2, lo hizo en sintonía con la Corte Suprema de Justicia en lo que respecta a violencia de género. Vale recordar además que Misiones tiene una de las leyes de violencia de género más completas del país (Ley 4.405), hubo un compromiso de todos los sectores en la difusión de la problemática, del acceso a poder contar las cosas y tener un trato digno que evite la revictimización. La gente ya no se queda quieta ante un hecho de violencia física o psicológica, como las amenazas.
Hay violencias más silenciosas en las que es más difícil la reacción de un tercero, a menos que sea alguien muy cercano. Hay violencias más sesgadas, como la económica. Pero el docente y el profesional de la salud están muy formados para detectar y dar el alerta inmediata a través de Defensoría de casos de violencia física. No se quedan callados o miran a un costado.
¿La cultura del chirlo a los niños va en descenso?
Si bien está escrito en el Código la prohibición de los malos tratos físicos, culturalmente existía el chirlo, la varita… y creo que de a poco va reduciéndose.
El Código Civil validó la voz de los niños y adolescentes pero ¿hay espacios amigables para ellos en la Justicia de Familia?
Sí, hoy todos los Juzgados del fuero en Misiones tenemos salas para niños. Hace cinco años que venimos entre todos los jueces gestionando y el Superior Tribunal escuchando este pedido para atender una necesidad. Si bien soy juez, miro este tema desde la gente que quiero, familiares y amigos que tuvieron que transitar un proceso judicial y el gran temor a venir ante una figura judicial y la estructura que lo acompaña.
Por eso, tratamos de garantizar el ejercicio de todos los derechos y el bienestar de la familia también dentro de nuestras instalaciones y en el marco del proceso judicial, incluido por supuesto el derecho de los niños a recibir un trato digno, a la igualdad, a conocer porqué están acá… todo eso en una sala de audiencias pensada especialmente para ellos: mobiliario, juegos y material didáctico. Es lindo ver a los chicos en la salita de audiencia, les gusta mucho encontrarse con este espacio; es importante respetar sus tiempos para que solo sientan que están en un lugar donde pueden estar tranquilos. Les preguntamos siempre si alguien les contó porqué los invitamos a venir porque algunos llegan conociendo sus derechos, pero otros no terminan de entender. Por eso, tenemos impresos unos libros elaborados por una juez de Buenos Aires y a través de los éstos les explicamos en forma muy didáctica sus derechos.
¿Es determinante el pedido del niño en los litigios de familia?
En los litigios de familia no hay verdades ni ganadores. Es muy difícil que una persona que litigue en derecho de familia se sienta ganador. Estamos ante proyectos de vida que se frustraron, por eso tratamos de dar esperanza a la gente, que entienda que hay una reprogramación familiar porque esa familia seguirá siendo familia, pero de otra manera.
Quizás el niño te dice que quiere vivir con su mamá y su papá, pero los padres ya no viven juntos. Entonces tratamos de explicarles que los tendrán a los dos, pero que estamos armando otra manera… tratamos de amigarlos con esas ideas que siempre implican la pérdida de lo que estaban acostumbrados.
Hay un antes y un después de la reforma del Código Civil, los chicos son escuchados por la Justicia y por eso los jueces nos auxiliamos con los equipos interdisciplinarios. La ley nos obliga a escuchar al niño para saber sus deseos e inquietudes, y también a explicarles porqué uno a veces no hace tal cual lo que ellos piden. Buscamos que comprendan las decisiones que tomamos tratando que estén mejor para que puedan sentirse parte; ayudarlos a sanar durante el proceso judicial y que este no signifique un mayor daño. Como parte del equipo interdisciplinario contamos con una psicopedagoga, una psicóloga, una trabajadora social que no solo hace entrevistas sino que también va a campo cuando es necesario.
¿Y el niño está solo con el equipo judicial?
Sí, y lograrlo fue una larga lucha para que el niño pueda acceder a manifestar su opinión lo más libre posible, conforme a su grado de madurez. Los niños pueden llegar influenciados por sus padres pero enseguida logran manifestar sus deseos si se sienten en un espacio seguro, por eso es tan importante el respeto de los adultos ante lo que nos trasmiten y mantener la reserva. Quizás el adolescente se guarda más porque sabe el impacto de lo que va a contar.
¿También el lenguaje de los dictámenes es más amigable?
Sí, totalmente. No solamente el lenguaje sino también la extensión de los dictámenes que ahora son mucho más cortos. Antes se incluían muchas cuestiones procesales de rigor y hoy el especialista del derecho de familia tiene al proceso y la reglamentación como colaboradores para mantener sanos los derechos de los chicos.
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¿Cuáles son las decisiones más difíciles como juez de familia?
Las situaciones de adoptabilidad son muy tristes porque siempre significan una pérdida para el niño, porque es perder la familia que le vino dada desde lo biológico. Si bien siempre inicia con esta pérdida, la adopción es algo maravilloso porque tienen la posibilidad de una nueva familia.
Tenemos tres formas de filiación: la de la naturaleza, la producida por las técnicas de reproducción humana asistida y la adopción. Nuestra tarea es acompañar la problemática familiar, trabajamos porque existe un conflicto que no desaparece al ingresar al Poder Judicial.