Un changarín de 38 años fue detenido en Santo Pipó tras ser denunciado por el abuso sexual de su hijastra y de su sobrina, ambas actualmente de 13 años.
En el primer caso y según lo habría manifestado la menor, fue sometida desde que tenía 8 años, agregó una fuente.
La captura del sospechoso fue ordenada por el fiscal de Instrucción de Puerto Rico, Héctor Simon, actualmente subrogando a su par del Juzgado de Jardín América.
La investigación se remonta a enero de este año, cuando se presentó la primera de las denuncias.
Sin embargo, el presunto abusador estaba en libertad porque aún restaba una medida judicial clave para los delitos contra la integridad sexual: la Cámara Gesell. Finalmente, en los últimos días pudo realizarse dicho trámite procesal, donde declararon las dos víctimas, cuyo relato resultó coherente y creíble para las autoridades presentes.
Los testimonios, sumados a los exámenes ginecológicos y otros indicios permitieron que el fiscal Simon emitiera la inmediata captura del acusado, domiciliado en Santo Pipó, donde se habrían producido los abusos a su hijastra y su sobrina.
Pedido de auxilio
En los primeros días de este año, una mujer domiciliada en Colonia Roca Chica se sorprendió al encontrar en el portal de su domicilio a su sobrina de 13 años, quien reside en Santo Pipó.
“Tía quiero venir a vivir con vos”, le habría dicho la adolescente a la dueña de casa. Luego de mantener una larga charla sobre los motivos de la fuga de hogar de la menor, ésta le confesó lo que estaba padeciendo. La niña habría contado que era abusada desde que tenía 8 años por su padrastro y que todo se habría iniciado con manoseos y posteriormente fue accedida carnalmente. La misma habría agregado que intentó contarle a su madre lo que le pasó a manos del hombre, sin embargo su progenitora solamente le habría expresado al sospechoso “no hagas más eso”, según revelaron voceros.
La tía se comunicó con su hermana (pareja del sospechoso), quien no habría dado crédito a lo que escuchaba e incluso habría minimizado la situación.
Por fortuna, la menor continuó viviendo con su tía, quien decidió hacer la denuncia ante las autoridades policiales. Mientras esto sucedía, la hija de la denunciante -también de 13 años- se enteró de lo que le pasó a su prima y entonces decidió romper el silencio.
Le habría manifestado a su madre que fue abusada por su tío y padrastro de su prima hace un año, cuando estuvo de visita en Santo Pipó, y que producto de ello sufrió lesiones sangrantes, debido a que fueron tocamientos por encima de las prendas de vestir, indicaron las fuentes.
Daños psicológicos
Un examen psicológico para evaluar a las víctimas arrojó que las mismas presentaban un cuadro de “angustia” compatible con estos casos.
Una vez al tanto del expediente en formación y del resultado de las Cámaras Gesell a las víctimas, el fiscal Simon primero ordenó la detención del sospechoso y su traslado a estrados judiciales para la indagatoria correspondiente.
Tras concretarse la audiencia el individuo fue imputado en forma preventiva por “abuso sexual con acceso carnal varios hechos” en perjuicio de su hijastra y “abuso sexual con acceso carnal un hecho”, por el ataque a su sobrina precisó una fuente.