La quinta jornada de producción de prueba y declaraciones de testigos del juicio a dos policías por la muerte de Mirta Carmen Rosa hace diez años en Garupá, se realizó ayer en el Tribunal Penal 2 y, a diferencia de las audiencias anteriores, se destacó por la asistencia casi completa de los citados a prestar testimonio.
Se destacó la presencia de un muchacho de 31 años, Walter Rubén Velázquez, alias “Chinito”, con amplio prontuario en delitos contra la propiedad, quien ratificó que vio el 14 de febrero de 2013 la camioneta de la comisaría Quinta en la que conducían a la docente momentos antes que fuera hallada sin vida en un descampado del barrio los Potrillos de Garupá.

Pero además de dar precisión sobre el cruce de las calles donde vio la patrulla policial con los hoy acusados Aníbal Aldo Gabriel Villalba (36) y Luis Albino Rotela (44) por los delitos de “abandono de persona agravado por el resultado muerte, incumplimiento de deberes y falsedad ideológica”, “Chinito” también remarcó que otros tres policías y que pertenecían a la brigada de Investigaciones de la Unidad Regional X, lo tenían esposado dentro de un Chevrolet Corsa y lo golpeaban para que les entregara objetos que negaba haber robado.
“Desde los 14 a los 18 años la brigada me enseñó a robar para ellos, me entregaban los laburos”, lanzó Velázquez ante los jueces Gregorio Augusto Busse, César Antonio Yaya y Fernando Luis Verón luego que señalara el lugar y describiera como los investigadores de la UR-X, José María Bernal, Adrián Borda y Emilio Broemser, lo habrían torturado hace diez años y seis meses. “Hasta una picana tenían y la usaron”, recalcó.
Pero también recordó que vio en esa situación, cruzar la camioneta de la comisaría Quinta de Garupá: “La vi sí, iban Villalba y Rotela adelante y atrás una persona que no era policía pero que no pude identificar (…) esa mañana me sacaron a los golpes los de la brigada de la Quinta, esposado y me llevaron para la zona de Los Potrillos, pararon en un camino que desembocaba al barrio Belén, yo vivo allí, y volvieron a golpearme para que les dijera donde estaba lo que había robado y yo no tenía nada que ver con el robo a una vecina”.
“Chinito” además contó que al volver a la comisaría y desde la celda oyó que habían encontrado a una mujer muerta en Los Potrillos en el mismo horario en el que vio la patrulla de la Quinta y lo torturaban los investigadores.
Ayer, de los siete testigos que se presentaron, dos fueron los hijos de la docente Rosa. Rina y Jeremías Zarza detallaron cómo su madre enfrentaba la patología que afectaba su salud mental y los tratamientos que hacía y la contención que le brindaba su padre, Carlos Zarza.
Jeremías se refirió a que durante el velorio de su madre, el oficial Aníbal Villalba se presentó y con insistencia le preguntó si tenía el resultado preliminar de la autopsia en la Morgue Judicial de Posadas. “Se acercó también a preguntarme si tenía novedades del certificado de defunción, me dijo que lo necesitaba para un trámite de la Policía”.
Vale aclarar que la familia de la víctima hasta ese momento no sospechaban de una muerte violenta. Jeremías Zarza recordó que tras la desaparición de Mirta Rosa llegó a su casa avisado por un familiar y se presentó “el policía Villalba y me pidió una foto de mi mamá y nos dijo que era ella la que habían encontrado sin vida y que se había descompensado por el calor”.
También declaró José Cerdán, exjefe de la comisaría Quinta en 2013, quien relató que fue el juez de Instrucción 6 quien lo llamó al juzgado para solicitarle todas las actuaciones una vez que los resultados forenses confirmaron que Mirta Rosa murió por los traumatismos en el cráneo y rostro, además del estallido de la vejiga y múltiples golpes y escoriaciones. “Balor me dijo: ‘Tengo declaraciones de vecinos que vieron el móvil de tu comisaría con la mujer a bordo y con vida’”, agregó el hoy comisario general retirado.
Al finalizar la audiencia, las partes acordaron que los alegatos y veredicto se conozcan el miércoles próximo, 23 de agosto.
También se definió que hoy cierre la producción de prueba con la declaración que Aníbal Villalba solicitó brindar. Restará saber si acepta responder preguntas.