El pasado fin de semana una familia de esta localidad había sido víctima de un asalto perpetrado por varios delincuentes.
Se llevaron dinero en efectivo, celulares y una camioneta Dodge RAM valuada en varias decenas de millones de pesos. En la tarde de ayer la policía la halló abandonada.
Luego de una intensa búsqueda y averiguaciones para dar con el paradero de los asaltantes y el botín que se habían llevado, personal de la Patrulla Motorizada de la Unidad Regional VI realizaba un rastrillaje en una zona agreste a unos cinco kilómetros del casco urbano de la localidad, donde en medio de pastizales divisaron la Dodge color azul que había sido sustraída.
No había rastros de los malhechores pero inmediatamente preservaron el lugar para realizar las pericias de rigor. Personal de Policía Científica buscó elementos que pudiera aportar algún dato acerca de los autores. Seguidamente trasladaron el vehículo a la Unidad Regional donde quedó bajo custodia a la espera de ordenes del Juzgado de Instrucción 5.
Una vez que se completen las actuaciones la misma iba ser restituida al propietario, un hombre de 42 años y empresario del rubro de la construcción.
Si bien la aparición de la camioneta fue un paso importante, la pesquisa del caso no se detiene para detener a los autores sobre quienes trascendió que se trataría de gente de la zona.
Era cerca de las 23 del viernes cuando tres personas irrumpieron en la vivienda de Picada Hassen, frente a un conocido Hogar de Niños. Dos de ellos tenían armas de fuego y ocultaban sus rostros con barbijos, además de llevar gorras.
En la casa se encontraba el hombre en compañía de su pareja de 24 y la madre de esta, una mujer de 69 años. Al que primero redujeron fue al hombre mientras que en principio a las mujeres las obligaron a sentarse en un sofá mientras eran vigiladas por uno de los malvivientes.
Exigían que les entregara una elevada suma de dólares que según ellos el hombre tenía en la casa. La víctima les dijo que solo tenía algo de pesos, la camioneta, pero nada más.
Dos de ellos literalmente dieron vuelta todo el lugar pero solo encontraron 300 mil pesos. Por último el que quedaba como custodia de las mujeres decidió atarlas a ambas y sumarse a la búsqueda de más dinero pero fue infructuosa.
Finalmente cargaron los pesos en una bolsa junto con dos celulares, un iPhone y un Xiaomi y escaparon en la RAM. No lesionaron a sus víctimas.
Al menos en las horas posteriores al asalto, ninguno de los teléfonos arrojó ningún tipo de señala para intentar identificar dónde se encuentran.