Continúan los inconvenientes en el suministro de agua potable en los barrios Oberá I, Oberá IV, Judiciales. Esta falla en la red lleva más de ocho días y aún sigue sin normalizarse el servicio, afectando a numerosos vecinos.
De momento, en su comunicado oficial, la Cooperativa Eléctrica de Oberá (CELO) informó que el personal reemplazó elementos de la red, detectó y corrigió obstrucciones en las cañerías. Sin embargo, el principal problema es la falta de presión debido al ingreso de aire a la tubería principal. Por ello, el equipo técnico recorrió algunos puntos con ayuda de un geófono, artefacto que permite la detección de fugas.
Entre las vecinas del barrio Oberá IV, Mirta Guidek contó a PRIMERA EDICIÓN que “estamos sin agua desde el día antes de las elecciones. Escuché que la CELO dice una semana, pero es de hace muchos días. Ahora, después de varias excavaciones en distintos sectores, dicen que no encuentran la falla“.
Sobre las explicaciones de las fallas, señaló que “supuestamente tiene aire (una filtración en el caño) por eso no llega el agua”. En este barrio, el agua “viene con poca presión y de a ratos, porque van cerrando por sectores y abriendo en otros, para que llegue el agua a los otros barrios”. Esta situación “hace imposible cargar los tanques”. Acerca de las reparaciones, aseguró que “tampoco cuentan con materiales para ir cambiando por sectores, están remendando con materiales viejos en desuso”.
Para subsistir en este contexto, explicó que “para tomar estoy comprando bidones de agua y para el baño llevamos baldes de agua”. Precisó además que “para bañarnos vamos a las casas de los familiares, sino con tachos y acarreando agua”. En este sentido, remarcó que “estamos viviendo momentos de caos, con muchos días sin agua, la cual es vital”.
En otro sector de este barrio, Fabio Ojeda indicó que “desde el miércoles a la tarde volvió el agua, aunque de a ratos se corta y tiene poca presión”. Resaltó que, desde el inicio del corte en el suministro, “fueron días muy feos y según informe de la cooperativa todavía no han solucionado el problema”.
En estos ocho días sin agua, para beber e higienizarse, “tenemos gente conocida en el barrio de al lado, donde buscábamos con bidones y baldes”. A su vez, para beber requirieron bidones de agua donde “en vez de uno por semana bajábamos 4 o 5”. En este tiempo, recordó que “al cuarto día de corte consecutivo hubo agua por las noches o madrugada y se lavaba la ropa a esas horas”.
Ojeda comentó que “la bronca de los vecinos se dio principalmente porque no daban precisiones de lo que pasaba y prometían reparto de agua, pero nunca sucedió eso con camiones cisterna. Nos tuvimos que arreglar solos”.
En el barrio Judicial, Juan Vergara contó que el servicio de agua potable “va y viene desde hace varios días, desesperado estamos”. Cuando se restablece de forma momentánea “cargamos en baldes para el baño y tengo que comprar agua Ivess para tomar y cocinar”. En estos días, tampoco pueden lavar ropas y limpiar a fondo los hogares. En Oberá “el malestar es generalizado”, remarcó. Sumado a esto, indicó que “cuando llamas para averiguar el teléfono siempre ocupado o lo dejan descolgado”.