Durante un año y siete meses estuvo prófugo de la Justicia y, de acuerdo a las circunstancias en las que fue capturado el lunes por la tarde, poco y nada le preocupó su situación judicial y continuó con sus presuntas andanzas hasta ser descubierto con una camioneta repleta de panes de marihuana prensada.
“Negrito”, Roberto Andrés Gómez, tiene domicilio en el barrio Santa Clara II de Garupá y fue atrapado por una patrulla de la sección “Puerto Rico” de Gendarmería Nacional (Escuadrón 11 “San Ignacio”) cuando conducía una Ford Ranger con cerca de 400 kilogramos de estupefaciente.
Gómez, de 46 años, tenía pedido de detención por parte del Juzgado de Instrucción 1, en la causa abierta desde el 27 de enero de 2022 correspondiente al enfrentamiento a tiros frente a la parroquia Sagrada Familia sobre la avenida Roque Sáenz Peña casi Salta, en el centro posadeño.
En esta balacera perdió la vida Héctor “Keko” Sotelo (36) y se sospecha que fue Gómez quien ayudó a escapar a quien hoy está acusado como autor del homicidio, Guillermo Tovías Yohel Pereyra (26). En el mismo expediente que instruye el juez Marcelo Cardozo, está detenido con arresto domiciliario su padre.

De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, “Negrito” Gómez no logró escapar el lunes por la tarde de la persecución de varias patrullas de la fuerza de seguridad federal cuando conducía una camioneta gris a la altura de Puerto Leoni sobre la ruta 12 en sentido hacia Posadas.
Al percatarse del control sorpresivo de los gendarmes intentó desaparecer por caminos laterales pero de nada le sirvió acelerar porque fue interceptado a pocos kilómetros tras abandonar la camioneta y correr a pie varios metros.
Según los voceros de GN, Gómez casi colisiona a los efectivos apostados en la ruta y luego por caminos de tierra hasta impactó el frente de una patrulla de Santo Pipó.
La suerte se le acabó al tomar un camino sin salida, fue rodeado, bajó de la Ranger pero su estado físico no fue suficiente para escapar a pie. Fue alcanzado, reducido y esposado. El procedimiento se amplió ya con testigos y se constató que dentro de la camioneta había varios bultos plásticos y se percibía fuerte olor a cannabis sativa.
Los catorce paquetes incautados contenían 410 panes o ladrillos de marihuana que, de acuerdo a las estimaciones de los gendarmes, arrojaban un valor de aforo de 356.006.137 pesos, con un peso total de 389,610 kilogramos.
Para las investigaciones de la Justicia Federal, Gómez sería integrante de una red de contrabandistas de marihuana desde Paraguay que acopiaba, entre otros puntos de la provincia, ladrillos de estupefacientes en Garupá.
De “Casi” a “Keko”
La caída de “Negrito” Gómez podría cerrar la cadena de enfrentamientos que se registraron previamente a la balacera frente a la iglesia.
El martes 18 de enero de 2022, nueve días antes de la muerte de “Keko” Sotelo, en el barrio A3-2 (zona sur de Posadas) fue atacado a tiros un hombre de 32 años, Marcos Sotelo (hermano de “Keko”) y que resultó lesionado en un pie por los disparos efectuados frente a un carrito hamburguesero en la vía pública, desde un Volkswagen Up blanco.
Según la reconstrucción de este enfrentamiento, Héctor Sotelo llegó en un Ford Ka hasta la parroquia y descendió armado y gatillando. Pereira también estaba armado y no dudó en apuntar y disparar para huir mientras “Keko” caía herido y era llevado hasta el Hospital Madariaga donde se confirmó el deceso seis días después, el mismo día de la captura en San Javier de Yohel Pereyra.
También el 2 de febrero fue allanada una vivienda frente al acceso sur en Garupá, allí fue detenido el padre de Yohel Pereyra y se secuestraron, marihuana y varias armas y municiones de diverso calibre.
Para los investigadores policiales, la bronca y violencia se caldeó a partir de la madrugada del 12 de junio de 2021 en el barrio A3-2, cuando fue asesinado a balazos Cristian “Casimiro” Sotelo (43), tío de “Keko”, quien intentó frenar un ajuste de cuentas tras una pelea en una fiesta clandestina (regía el aislamiento por COVID-19) en las inmediaciones.
Las mismas fuentes coinciden en que no solo hay “bronca entre jóvenes” en la zona sur de Posadas y varios barrios de Garupá, en este caso se disputarían terreno para el contrabando, narcomenudeo y varias actividades ilícitas más, como el alquiler de armas de fuego para cometer delitos contra la propiedad.
Yohel Pereyra, antes de la balacera de la Sagrada Familia, estaba bajo el beneficio de libertad supeditada a la instrucción del juez Juan Manuel Monte por el asesinato de la sargento de policía Romina Rodríguez, el 2 de junio de 2020 en un intento de asalto en una casa del barrio Horacio Quiroga de Garupá. Por esta causa se lo imputa como facilitador del arma con que balearon a la víctima.