El dueño de la cadena de supermercados California admitió que en agosto se registró una caída de las ventas y que la devaluación pos-PASO golpeó fuerte el consumo de alimentos ya que provocó una remarcación de precios de entre 20% y 30%.
Ricardo “Pilo” Cáceres se manifestó preocupado “porque hay cosas que no se pueden dejar de trasladar a las góndolas, a la mercadería. Entonces eso hace que tengamos problemas con la industria alimenticia, por los elevados precios que están teniendo, un 22%, 25%, 30%”, de aumento.
En declaraciones a Radio República, el empresario formoseño indicó que “la gente va dos o tres veces por semana al supermercado, antes iba una vez a la semana. No sé si porque no le alcanza o se está cuidando en los productos que va a comprar”.
Y sostuvo que se siente una fuerte caída en el consumo de carne vacuna: “antes decían que el consumo de carne era el 58% y ahora estamos en 35 o 36%. Bueno. Los pollos aumentaron mucho la venta, los cerdos, y bajó mucho la carne”.
Al respecto del Programa Precios Justos, Cáceres evaluó que hay problemas con la entrega de mercaderías: “Estamos discutiendo para ver de qué manera van a entregar, si van a entregar lo suficiente, porque tampoco esas empresas deben tener materia prima para producir”.
Aclaró que algunos productos se adquieren en la zona: “acá en Misiones y el NEA hay buena producción de la harina, el tema del trigo, yerba, té, hay cosas que tenemos a un precio mucho más barato que en la parte de Buenos Aires, pero hay otros productos que no podemos competir, otros alimentos hay que traerlos de otra parte”.
Retaceo de mercadería
El empresario sostuvo que desde la pandemia “hay empresas que están cuotificando (la entrega de productos), pero eso viene de hace un tiempito, desde la pandemia”.
“Todo fue cambiando, pero por lo menos sustituimos con otras empresas que no será de la misma marca pero funcionan”, dijo.
“Hoy los clientes buscan lo que antes consumían, las primeras marcas, pero ahora hay otras marcas que son o igual o mejores”, señaló Cáceres. Y explicó que su empresa siempre vende hasta terminar stock y no limita la compra siempre que sea para consumo familiar: “Nosotros no queremos hacer eso. Vendemos hasta terminar stock, siempre tiene que ser para consumo familiar”.
“El que lleva una caja, 6, 7 botellas, o lo que sea, no le hacemos problema. Eso sí, hasta agotar stock”, dijo. Luego sostuvo: “Ahora como están las cosas, no sabemos si vamos a reponer la mercadería o sustituir por otra. Mientras no haya una producción suficiente, vamos a tener todos los problemas que estamos teniendo”.
Candidatos y la inflación
Al ser consultado sobre los candidatos a la presidencia, respondió: “Nosotros tenemos que mirar a ver quién va a apoyar a la industria alimenticia para que produzcan más y seguramente de esa manera se van a achicar los costos porque la gente va a comprar más, a mejor precio”.
“A lo mejor, de esa manera también, si hay libertad de producción, hasta los precios se pueden bajar porque puede haber competencia”, especificó.
Pero reconoció que “el Banco Central no tiene los dólares para comprar insumos y eso hace que encarezca la mercadería, no haya tanta producción, y se genere todo el problema que estamos teniendo, por sobre todo la desconfianza que existe en el país, en la parte económica”.
Sobre los programas de cada uno para bajar la inflación, Cáceres indicó que “los tres son buenos. Vamos a tratar de que mejoren también, por supuesto, y que se dediquen a trabajar realmente”.
Pidió que “los economistas que elijan cada uno, que se ocupen en ver de qué manera pueden bajar la inflación porque esto de la inflación es una fábrica de pobres”.
Bono a trabajadores
Por último, consultado sobre el bono de 60 mil pesos que la Nación anunció para estatales y privados, dijo que no hay certezas de que los supermercados lo paguen. Indicó que California tiene 1.050 empleados y que el próximo martes habrá una reunión de las cámaras empresarias de todo el país para definir ese tema.
“Hay algunos que no van a poder pagar”, dijo y agregó que “todo lo que vos le puedas dar al empleado no le va a alcanzar, pero también tenemos que cuidar, comprar, cumplir con los impuestos, cumplir con los sueldos, cumplir con los proveedores, y eso se hace difícil una vez que uno está cerrando los números”.
Explicó que hay 9.000 empresas, cada una con diez a 300 empleados, en promedio: “es mucha gente la que va a percibir esa suma. De un día para otro no se puede hacer por decreto eso, hay que ver el bolsillo de cada empresa”.