Un hombre de 55 años reconoció haber intentado asesinar a su expareja y por ello fue condenado por el Tribunal Penal de Oberá. La víctima consiguió escapar del ataque aunque sufrió lesiones de arma blanca.
Tito Piñeiro, un hombre domiciliado en El Soberbio, estaba detenido desde el mismo día del ataque, el cual fue el 14 de febrero de 2021. Si bien su expediente ya se encontraba en el Tribunal para fijarse una fecha de debate, luego de un acuerdo entre la fiscalía y su defensa, el acusado optó por un juicio abreviado.
La imputación que pesaba sobre el hombre era la de “amenazas, desobediencia judicial y homicidio en grado de tentativa, en concurso real”. Firmó una condena a 11 años de prisión y este acuerdo entre las partes fue presentado a las autoridades del Tribunal quienes procedieron a homologar la pena y sentenciar a Piñeiro.
Según pudo saber este Diario el día citado, la mujer se dirigía a un mercado del barrio Tealera de Dos de Mayo. Ya había denunciado a su expareja y él tenía una orden de restricción de acercamiento, pero prácticamente la emboscó con la intención de matarla.
La tomó por sorpresa desde atrás y le tapó la boca mientras con un cuchillo intentó degollarla. La mujer safó del agarre, pero en ese forcejeo sufrió una puñalada en el brazo. Después intentó apuñalarla en el abdomen pero ella instintivamente agitó su brazo para evitar que otra vez le clavara el cuchillo. Forcejeó, lo empujó y eso le dio un instante para correr mientras pedía auxilio.
Pudo llegar a la puerta del mercado, donde Piñeiro la volvió a alcanzar y la derribó. Esos momentos fueron cruciales puesto que él comenzó a insultarla y proferirle amenazas mientras ella de espaldas al suelo con sus piernas lo pateaba para que no se acercara a hincarla en partes vitales.
El dueño del local había visto lo que sucedía y en esos pocos segundos, tomó una botella para salir a la vereda y golpear a Piñeiro para que dejara a su víctima. Finalmente el agresor escapó y así la mujer pudo evitar la muerte.
Llamaron a la policía y trasladaron a la mujer para que la curaran de la herida de cuchillo en el brazo y las excoriaciones que sufrió cuando luchó por su vida. Con las características del agresor, la policía no tardó en identificarlo y detenerlo.
A dos años y medio del episodio que por poco no se sumó a la lista de femicidios, Piñeiro ya está condenado.