Ayer, un grupo de alumnos que residen en los albergues se movilizó para reclamar soluciones efectivas en el suministro de agua y el estado de las casas del Campus de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM). Cabe recordar que habían pasado más de una semana sin agua, pero al reparar el desperfecto aseguran que la calidad del líquido vital es muy mala e incluso llegaron a intoxicarse por el mal estado del agua.
El reclamo
Entre el estudiantado de la UNaM que reside en los albergues, Ludmila Fernández de la carrera de Trabajo Social contó a PRIMERA EDICIÓN que “luego de los reclamos que se hicieron en relación a los cortes de agua se pudo solucionar como mucho una semana, donde tuvimos con normalidad el agua, pero ahora volvieron a frecuentar los cortes”. Por otra parte, resaltó que “la poca agua que llega al barrio está contaminada”.
Otro de los alumnos, Gastón Gohringer de la carrera de Historia señaló que “parece que hay algún caño que no está bien cerrado, porque cuando se abre la canilla sale el agua con tierra o sucia”.

Por el estado en que llega el líquido vital, durante el lunes “una compañera nos comunica que había alrededor de cinco chicas que se intoxicaron y terminaron en emergencia en el Hospital”, añadió Ludmila.
Por este motivo, ayer un grupo de alumnos se congregó con carteles en repudio a la situación de albergues justo cuando se realizó un acto en el Campus, por la apertura de un Espacio Progresar, con la presencia de funcionarios de la Universidad y de Nación: “Esto nos lleva a hacer una medida de fuerza porque hemos reiterado los reclamos a través de notas y en los medios de comunicación, con distintas intervenciones”, agregó la albergada.
En materia de refacciones para las casas, Fernández comentó que desde la Secretaría de Asuntos Estudiantiles “presentan un programa donde van a sortear el arreglo de casas, que van a comenzar a inicios de septiembre. Esto despierta la indignación de compañeros de los albergues que estamos reclamando hace un año la situación de estas casas: faltan pintar, el arreglo de cañerías, las instalaciones de luz, porque hay riesgo de quedar electrocutados o que incendien la casa, tampoco las duchas eléctricas no se cambian hace mucho y los cables están todos pelados”.
En el Campus, “son alrededor de 55 casas, de las cuales son 4 las que están en buenas condiciones, pero el resto están en pésimas condiciones”, añadió. Aseguró que, en este tiempo, “la única solución, es remendar con cinta y queremos que verdaderamente se hable de políticas universitarias, porque se supone que hay recursos y obras públicas”. Sobre este programa de arreglos lo consideró como “una beneficencia y por buena voluntad de funcionarios que deben cumplir un rol para funcionar bien los albergues”.