Elige pensar en positivo, elige pensar en todo lo que quieres ver manifestado en la Tierra, en nuestro hogar.
Elige conscientemente y desea todas aquellas cosas que te hacen feliz y que también son beneficiosas para los demás. Elige, tienes libre albedrío para poder elegir. Y nuestras mentes colectivas, proyectarán nuestros pensamientos y deseos y los veremos manifestados en el mundo.
El silencio es la entrada al reino de la eterna dulzura y del gozo del alma. Sin silencio en la mente, no hay posibilidad alguna de ser feliz. Creerás que lo eres, pero tu felicidad entera dependerá de tus circunstancias.
En cambio, si conquistas el silencio interior y aprendes a permanecer durante el día quieto por dentro, libre de preocupaciones, pasado, futuro, angustias y temores, volverás al paraíso y sabrás que la realidad es mucho más bella que la ficción. Si tienes que sanar la relación con tus padres o con cualquier otra persona, permanece en tu cuarto en silencio utilizando el poder de tu corazón al servicio de lo que necesitas resolver.
Esto no es una técnica; es contacto, es profundidad. Es abrazarte y darte lo que no te dieron y aún sigues esperando.
Puedes acelerar este proceso poniendo tu intención en sanarte, orando, meditando, enviándote luz y entonces ascenderás. Comprenderás todo lo que deseas comprender y podrás despertar a tu verdadero Ser. Nota cómo lo que ahora ves como un problema luego lo recordarás con cierto humor.
Siente como algo más que debes aprender, comprende que cada evento te está ofreciendo la oportunidad de crecer, de ser más sabio y, en consecuencia, más feliz.
Todo en esta vida tiene una solución si te encuentras conectado a tu campo creativo y vasto de conciencia. Solo debes buscar allí cuál es la mejor forma de resolverlo y la respuesta aparecerá.
Recuerda hacer este ejercicio para lograr la coherencia.
• Escucha tus pensamientos más profundos, si son coherentes con tus acciones, con tu actitud. De dentro hacia afuera, desde tu ser.
• Identifica cómo te sientes cuando haces algo que deseas y cuando no. Conócete más para saber cuándo cambiar tu manera de pensar y así poder cambiar tu actitud.
• Escribe en un papel todo aquello que te llega de tu interior, léelo y comprométete en hacerlo. Si quieres ser coherente, hazlo desde la raíz, desde tu ser. Una vez que logres esto, no volverás a sufrir, enojarte o preocuparte.