Todo emprendedor debería saber contar su historia. Existen multitud de ocasiones en las que debemos presentarnos. Nos preguntarán quiénes somos, a qué nos dedicamos y por qué lo hacemos. Pero a veces sucede que no sabemos contar quiénes somos, ¿te identificas con alguna de las siguientes frases? “Me harán una entrevista y no sé qué decir”. “Daré una charla y no sé cómo presentarme”. “No sé qué puedo decir de mí en solo 30 segundos”.
¡Necesitás preparar tu historia! Debés saber bien qué mensajes claves deseás comunicar para ser capaz de hacerlo, saber bien quién eres, qué haces y qué te motiva podrás expresarlo en 30 minutos, 30 segundos, en 1.000 o en 100 palabras.
Las tres historias básicas
Existen tres historias que debes conocer sobre ti si quieres profundizar en tu storytelling. El objetivo debe ser siempre comunicar de forma efectiva los mensajes clave de tu negocio.
• Si por ejemplo, realizas diseño de ropa de alta costura, puede que quieras transmitir elegancia y sofisticación.
• Si te dedicas al handmade, quizás tu mensaje sea la exclusividad de tus productos.
• Si lo tuyo es la repostería, probablemente quieras hablar de la calidad de los ingredientes, su sabor, etcétera.
Este tipo de mensajes puedes comunicarlos a través de las tres historias para emprendedores que vamos a ver a continuación.
• La primera es la respuesta a la pregunta ¿Quién eres?
Cuando nos preguntan quiénes somos o nos piden que nos presentemos, tendemos a contestar qué hacemos.
Conocernos como emprendedores no es fácil. ¿Quiénes somos? ¿Cuáles son nuestros valores? ¿De dónde venimos? Prueba a escribir un breve texto contando tu historia.
• La segunda puedes contarla de una vez o dividirla en dos historias breves: ¿qué hago y cómo lo hago?
Cuando cuentes la historia de qué haces y cómo es importante que te pongas en el lugar de tu interlocutor. ¿Qué le gustaría oír para comprar tu producto?
• No solo digas que diseñas ropa. Di que creas prendas que te hacen sentir especial.
• No digas que haces jabones a mano. Di que elaboras aromas únicos.
• No digas que fabricas juguetes para niños, di que tus juguetes aseguran horas de diversión para los más peques.
Resalta el valor de tus productos o servicios. ¡No tengas miedo de presumir de ellos! Y, además, comparte el proceso de tu trabajo.
• La última historia se basa en ¿Por qué lo hago y qué me motiva? Este relato es el que nos diferencia. Pueden realizar los mismos productos que nosotros, sin embargo, la historia de quiénes somos y qué nos motiva no puede ser la misma para los demás.
Si nos copian, el problema lo tienen ellos. Pregúntate el motivo por el que cada mañana te levantas para trabajar en tu propio negocio. ¿Cuáles son tus motivaciones?