Todo es energía, tu pensamiento inicia, tu emoción amplifica y tu acción aumenta su impulso. Si tenemos en cuenta que cada momento difícil crea una nueva oportunidad para mejorar, entonces estaremos dando un primer paso sin retorno hacia la plenitud.
Un espacio especial, ubicado sobre el cerro Pelón, que vibra a la más alta energía, sentir el aroma de la magia te aleja del mundo que dejaste al entrar. Diferentes espacios en los que vas sintiendo calma y conexión, mientras suenan cuencos, respiras y tu luz se enciende.
Es la casa de la Fundación Padre Pío Pietrelcina, creada por Manuela Irene Benítez, maestra reikista desde hace 24 años, psicóloga y maestra de yoga, además de sumar ahora una especialización en neurociencia y psicoyoga. Allí se trabaja en las virtudes, el autoconocimiento profundo.
Con herramientas como el reiki o la carrera de PsicoYoga, se puede elevar la conciencia como lo hicieron quienes llegaron allí para sanar, aprender y aplicar a la vida.
Hay algo que va más allá del trabajo, de la profesión, como le pasó a Mirta Quiróz, quien llegó luego de un diagnóstico de estrés que la había dejado sin fuerzas. Su vida como abogada era “trabajar, trabajar, trabajar”. Recuerda, “vine para unas sesiones de reiki, primero lo hizo mi hijo porque yo estaba internada, me sumé como paciente, luego comencé los talleres y no solamente en mí se produjo el cambio sino que pude ayudar a toda mi familia. Antes me veía acelerada, todo era trabajo hasta que tomé conciencia, tenía que ocuparme de mí, comprendí que había otra parte que mi ser que necesitaba ayudar. El reiki es energía vital universal”.
Sentadas en una conversación profunda y distendida, compartiendo unos mates, surgen temas con las primeras egresadas de PsicoYoga, hablamos de la vida, de cómo los estudiantes se preparan y luego realizan pasantías en los clubes de abuelos, gracias a un convenio entre la Institución y el Ministerio de Deportes de Misiones.
Destacan la importancia de la respiración, aprender a respirar para sanar y llevar una adultez sin culpas, enojos, enfermedades. La respiración abdominal es la que tenemos que practicar todos.
Quien conoce a Manuela Irene sabe que es un ser especial, más allá de sus conocimientos y estudios, ella está en permanente conexión con Dios, con su poder sanador, con esa luz maravillosa que transmite paz. Ella habla de los avances de la ciencia, de la neurociencia, de la plasticidad del cerebro que te permite reprogramar y volver a crear, tener el control. “Ahora la psicología también incursiona en otro campo, no solo en los problemas sino en trabajar las virtudes, logrando con el autoconocimiento el bienestar físico, mental y emocional tanto individual como familiar porque siempre se extiende a la familia.
Alguien que hace un movimiento energético logra que todo cambie”, incluso muchas madres se acercan por sus hijos o la pareja.
Con el movimiento y el conocimiento podemos
cambiar y mejorar
“El estado ideal es tomar conciencia de tus pensamientos y emociones, saber que sos hijo de Dios, que podés lograr las metas que te propongas siempre pensando en el bien para todos y esto no tiene que ver con la religión porque trabajamos con terapias que tienen miles de años, como pránica que fue la primera medicina. Es saber que todos los días tenés que conectar con Dios, con la oración que es la herramienta”, asegura Manuela Irene.
Mirta Dinklage ya “tenía iniciaciones de reiki, pero no de talleres, no tenía la suficiente confianza para usarlo. Participé en grupos de metafísica, pero cuando vine a psicoyoga me quedé maravillada, pude observarme y observar, ver en el otro a mi otro yo”.
Fabiana Berger comenzó en la Fundación en 2012, “llegué con problemas en la columna, empecé yoga y reiki, comencé a formarme, era todo un mundo nuevo, un desafío. Gracias al acompañamiento de mi maestra dejé los miedos y traumas para trabajar en mi propia seguridad. Pude terminar mi carrera de psicopedagoga y la energía de acá es muy fuerte, te impulsa a seguir adelante”.
Quienes deseen saber más pueden comunicarse al 3765007278.