El ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, echó luz sobre la realidad de la promesa de “dolarizar la economía” formulada en campaña por el partido libertario para tener chances en las elecciones para presidente el próximo 22 de octubre.
“Es lindo escuchar frases como ‘dolarizar la economía’, ‘cobraremos en dólares’ o ‘tendremos todos los dólares que queramos’; pero la realidad de estas promesas será en verdad muy diferente. La historia de este tipo de ilusiones los argentinos la vivimos hace treinta años con la implementación del plan de convertibilidad, que fue algo muy parecido”, aseguró el titular de la cartera de Hacienda por medio de su cuenta oficial de Instagram.
“A valores actuales, un ingreso de 180 mil pesos será equivalente a 250 dólares”, aclaró Safrán y remarcó: “pero a su vez también todos los costos serán en dólares. Los productos y servicios que actualmente cuentan con precios regulados (como la luz, el agua, el gas, internet y los combustibles) también pasarán a dólares, y además sin subsidios, ya que según la lógica anunciada, la dolarización iría acompañada de la quita de subsidios. En conclusión, todos estos servicios estarían dolarizados y también mucho más caros que en la actualidad”.
“Por otra parte, los productos exportables serán en dólares y sin retenciones, con lo cual en términos de precios internos en dólares también aumentarán”, escribió el ministro.
Y dijo: “Siguiendo esta lógica de la libertad económica, seguramente las importaciones se abran con total libertad, con lo cual accederemos a todos los productos importados que queramos a bajo precio en dólares. Pero la consecuencia directa de una medida como esta será bajar la persiana de las industrias locales, con lo cual también es posible que muchos argentinos pierdan sus trabajos”.
Expectativa versus realidad
En resumen, el Ministro enfatizó que los argentinos tendrían “ingresos en dólares congelados (si es que todavía tenés trabajo), con los servicios públicos en dólares mucho más caros porque no tienen subsidios, con algunos productos exportables más caros porque se exportan sin retenciones, y con productos importados en dólares más baratos que destruirán la industria nacional”.