De no mediar incidentes procesales o algún tipo de “milagro” que se le pueda atribuir al encartado, Jesús Miguel Ángel Martínez deberá ser juzgado por el juez Correccional y de Menores 2 de esta capital, César Raúl Jiménez por al menos siete robos en los que habría participado.
“Jesusito” tiene 23 años y desde más de cinco está involucrado en delitos contra la propiedad en varios barrios posadeños. Su especialidad (o su preferencia) son las motocicletas ajenas y en solo cinco días en febrero de este año robó cuatro vehículos de este tipo, una bicicleta y herramientas de alto valor. Estos episodios sin contar los hechos fallidos, como el intento de entrar a robar a una conocida firma de ropería masculina.
El freno que la Justicia determinó durante las últimas horas lo puso el fiscal de Instrucción 6, René Germán Casals, quien analizó todas las denuncias y evidencias recolectadas y opinó favorablemente para que Martínez sea juzgado en la Justicia Correccional porque los delitos por los que fue aprehendido no contemplan una pena superior a los seis años de prisión. Por este procedimiento se sentaría en el banquillo ante el juez Jiménez.
De acuerdo a sus registros judiciales, “Jesusito” Martínez se presenta como “vendedor de productos de limpieza”, pero lo consideran un “terrible demonio” en los pasillos de comisarías y juzgados capitalinos.
Acarrearía al menos 20 expedientes por “hurto o robo”. Según las voces consultadas por PRIMERA EDICIÓN, en los cinco juzgados posadeños lo conocen.
En el expediente a cargo del juez Ricardo Walter Balor (Instrucción 6) se indica que el martes 14 de febrero de este año habría robado una motocicleta del estacionamiento del hipermercado de las avenida Tambor de Tacuarí y Zapiola. De allí escapó raudamente a bordo de una Kenton 150 y al parecer se sentía con fuerzas aún para seguir “laburando” en el Día de los Enamorados e intentó robar otra moto de un edificio en el que rompió las cámaras de seguridad pero sonaron las alarmas de seguridad y huyó.
Dos días después ingresó a un predio de cocheras de varios edificios sobre la avenida Francisco de Haro y arrancó una motocicleta ajena.
El 18 de febrero y en la esquina más céntrica posadeña repitió la andanza y se llevó una moto estacionada sobre Bolívar y San Lorenzo, en pleno horario comercial.
“Jesusito” tampoco quiso ir a misa al día siguiente (domingo 19) y se quedó con una bicicleta rodado 29 y también valiosas herramientas de un edificio de calle Trípoli.
El lunes 20 no descansó tampoco y por calle Colón casi Bolívar, volvió a robar una moto en uno de los puntos más vigilados por policías a pie, motorizados, en camionetas y bajo cámaras del Centro Integral de Operaciones 911, flamante y remodelado hace pocos días a dos cuadras.
Sin embargo, lo que no pudo conseguir la policía lo concretó en pocos segundos un grupo de vecinos que lo descubrieron el mismo día, por la tarde frente a la cancha del club Jorge Gibson Brown, avenida Cabred y calle Yerbal, intentando arrancar una motocicleta.
Sin golpearlo, lo redujeron y entregaron a la comisaría Tercera a disposición del Juzgado de Instrucción 6.