Cada vez es más habitual encontrarse con los vecinos brasileños copando los supermercados y negocios misioneros, aprovechando la diferencia cambiaria que claramente les resulta favorable a los del país limítrofe, y abastecerse así de alimentos, productos de cosmética, bebidas o combustible.
“Lo que más se ve movimiento es para la canasta básica. Nosotros en San Javier captamos una población clase media o media-baja, es decir que no se vende productos tan caros, pero si buscan mucho lo que son artículos de limpieza, vinos, todo lo de la canasta básica se vende“, comentó a FM 89.3 Santa María de las Misiones el presidente de la Cámara de Comercio local Adrián Iasinki.
Lo mismo ocurre en Bernardo de Irigoyen, donde los visitantes se llevan “vinos, artículos de limpieza, chocolates, dulces, regalos, todo lo que es artículos de supermercados. Como en Irigoyen no tenemos esa infraestructura de tiendas de ropa, zapatos, como Posadas o Puerto Iguazú, apuntan a eso“, señaló Walter Feldman, de la Cámara de Comercio local, en diálogo con la radio de PRIMERA EDICIÓN.
Uno de los productos que más buscan en la tierra colorada son los vinos, al punto de que en Irigoyen existen actualmente cerca de 30 vinotecas. “El boom de la vinotecas fue cuando abrió la Aduana después de la pandemia, pero desde ahí están más o menos las mismas de siempre, por ahí abre algún localcito“, comentó Feldman.
Por su parte, Iasinki indicó que en San Javier, más allá de que desde su perspectiva no cuentan con un público que acostumbre a llevar mucho este producto, “los vinos sí se venden. Tuvimos la apertura de tres vinotecas, también los supermercados tienen una vinoteca completa, y es importante la demanda que hay de vinos, pero por ahí optan por otros productos, no es que exclusivamente vienen a buscar vinos como si se ve en Posadas, Irigoyen o El Soberbio”
Otro de los atractivos es el combustible, ya que en Argentina pueden llenar el tanque pagando aproximadamente la mitad de lo que les costaría en su país. “El combustible es uno de los atractivos también. El trayecto de ellos es pasar a Argentina, se recorren todos los supermercados, las vinotecas, los locales, y después al final pasan cargan combustible y se van“, señaló Feldman, quien además resaltó que más allá de esta alta demanda “afortunadamente no se nota ese faltante de combustible” en la localidad.
Misma situación para San Javier: “Creo que la zona centro y norte está por ahí más complicada (con el faltante), en nuestro caso por suerte YPF hizo una importante inversión en la ciudad con una estación nueva, y gracias a dios por el momento no estamos con faltante de combustible“, resaltó Iasinki.
Finalmente, y ya pensando en las próximas vacaciones donde una importante cantidad de argentinos opta por veranear en las playas brasileñas, ambos responsables de sus respectivas Cámaras de Comercio indicaron que de momento no hay problemas para conseguir reales, cuyo valor está rondando entre los 150 y 155 pesos. No obstante, Iasinki advirtió que de cara a los meses de diciembre y enero “el tema de los reales se va a complicar como todos los años, la moneda va a pegar un lindo salto y la demanda va a ser importante, por lo que creo que va a haber faltante”.
La Aduana, una limitación
Más allá de esta situación favorable para el comercio local, Walter Feldman se lamentó diciendo que su localidad está perdiendo la posibilidad de que este beneficio sea aun mayor. “Nos está yendo bien, pero sabemos que la oportunidad de que sea aun mayor la estamos perdiendo, porque las localidades más favorecidas son las que están sobre la frontera donde el brasilero no tiene que hacer la fila de Aduana para pasar“, caso que no ocurre en San Javier.
De esta manera, para entrar a la localidad “los brasileños estacionan su vehículo, pasan caminando, y compran lo justo y necesario. El cupo de compras es de 300 dólares (por persona), y por ahí si entran con el vehículo ya son cuatro personas, que son 1.200 dólares. Es un montón de plata y que está dentro del cupo habilitado por los organismos nacionales que lo controlan, pero se terminan llevando menos cantidad justamente porque no pasan con el vehículo“.
