Talento, constancia y convicción son elementos que debe tener todo deportista que quiera sobresalir en lo que hace.
La combinación de estas virtudes son los pilares en los cuales se asienta la base de lo que pretende construir para el futuro Lautaro Cuella, el joven posadeño que la semana pasada logró la medalla de oro en boxeo para Misiones en los Juegos Evita de Mar del Plata.
Lo de Lautaro no es casual, sino que está relacionado por su apego al trabajo en el gimnasio, una de las claves para lograr cosas importantes.
El año pasado, “El Titán”, como lo conocen en el mundo boxístico, había logrado un presea de bronce y para esta ocasión se preparó mucho mejor y logró su revancha, al colgarse la medalla dorada y subirse a lo más alto del podio en Mar del Plata al derrotar, por puntos, al rionegrino Axel Rosales en la final.
“La verdad es que estoy muy orgulloso por lo que se consiguió. Valió la pena tanto entrenamiento. Uno de mis objetivos era poder conseguir la medalla de oro en los Evita, y lo conseguí. El año pasado fui tercero, pero este año fui mucho mejor preparado, con más experiencia y pude lograr alcanzar la meta”, expresó Cuella en la charla que mantuvo ayer con EL DEPORTIVO.
Lautaro Cuella, tiene apenas 16 años, pero mucho camino recorrido en el campo amateur misionero, en el que realizó 18 combates, de los cuales solo perdió en tres ocasiones.
El posadeño, que entrena en el gimnasio Municipal de Box del Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez con Javier y Rubén Andino, desde un comienzo mostró sus buenas condiciones boxísticas y que lo está ratificando a medida que va creciendo como púgil.
Actualmente ostenta el título provincial de la AciMBox en los 60 kilogramos tras vencer por puntos a Ariel Cañete y recuperó la corona que había perdido con este púgil.
Ahora Lautaro, con la presea dorada colgada en su cuello, sabe que todo esfuerzo tiene su recompensa y apuesta a redoblarla para poder cumplir su sueño de debutar, en algún momento, como profesional.
Cuella admitió que comenzó a practicar boxeo por una cuestión de autodefensa, ya que sus compañeros se burlaban de él por lo que buscó practicar algún deporte de defensa personal para evitar que lo sigan acosando.
“Lo del boxeo fue una cuestión más de defensa personal cuando era más chico. Tendría 9 o 10 años, los otros chicos me hacían bullying. Comencé con kick boxing para defensa personal y después practiqué boxeo, ya que un profesor me aconsejó que lo practicara. Y desde ese momento me empezó a gustar”, comentó el joven, quien actualmente se encuentra cursando el tercer año de la educación secundaria en el Verbo Divino.
Los que lo ven boxear a “El Titán” Cuella coinciden en señalar que tiene un estilo más de púgil estilista, ya que no es un noqueador nato, pero que también es guapo, que cuando hay que ir a repartir no rehuye al toma y daca.
“No sé cómo definiría mi estilo. Tal vez un tanto más estratégico. Algo estilista. No soy tanto de ir a buscar el nocaut”, agregó.
Sobre sus referentes en el boxeo, Cuella expresó: “Me gustan mucho dos boxeadores. Uno es el mexicano Canelo Alvarez y el otro es el estadounidense Ryan García, quien es muy rápido”.
Cuella es una de las caras nuevas que asoman en el boxeo misionero, como una gran promesa. El camino es largo y sinuoso por el que deberá transitar para cumplir con su meta. Hasta el momento ha dado muestras de dar pasos seguros e inteligentes que seguramente lo conducirán a cumplir su objetivo de convertirse en profesional.