“A esto nadie se acostumbra, uno adquiere experiencia”, así lo afirma Ricardo Eitan Fuxman, un posadeño que vive hace décadas en Israel junto a su familia. Hoy el país vive días de tensión, tristeza por la guerra, pero sabiendo que lo peor puede estar por venir.
Es que el ataque sorpresivo del grupo islamista palestino Hamás dejó unas 700 personas fallecidas en territorio israelí y las represalias ya están en marcha. En las últimas horas, Israel incorporó a 300 mil reservistas al ejército y los bombardeos a la Franja de Gaza no cesan. Además, el Gobierno israelí ordenó el sitio total de Gaza donde restringieron comida, agua y luz.
En comunicación con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, el economista misionero expresó que “es una sensación bastante difícil, porque sabemos que lo peor está por llegar, este es recién el comienzo y se espera una lucha bastante cruenta que seguramente va a tener altos costos para ambas partes”.
Fuxman vive en la ciudad de Ra’anana, a unos 20 kilómetros de la capital Tel Aviv. Pero la tensión se vive en todo el país, ya que lo peor está por venir, según el hombre.
“Los israelíes están preparando una represalia, esto no va a quedar así. Que entren grupos de milicias cruzando la frontera y maten a 600 personas (gran mayoría de civiles), no es algo que ningún país pueda aceptar y quedarse de brazos cruzados”, contó.
Con la incorporación de 300 mil soldados de reserva, “significa que hoy nos estamos preparando para algo grande“. Esta medida anticipada por autoridades israelíes no es casualidad, porque el temor ahora es mucho mayor, debido a que se pueden abrir otros frente de combate.
Para el misionero, “el gran temor es que esto se extienda a un ataque por parte de la fuerza de Hezbolá, que está en el Líbano y que se abra otro frente. Un ataque en ‘pinza’, desde el sur por la milicia de Hamás y del norte por las fuerzas de Hezbolá, por eso puede ser mucho peor”, lamentó.
Cómo se vive hoy en Israel
Si bien la ciudad donde reside el misionero está en la zona central de Israel, el país es relativamente pequeño, por lo que cualquier conflicto bélico y sus consecuencias se sienten cerca. Una de ellas es debido al enrolamiento masivo de reservistas que dejan muchísimos lugares sin gente. Esto deja relegado los servicios de teléfono, las municipalidades, los servicios públicos, etc.
“Lo único que tiene importancia es lo que hace a la defensa civil, a las cuestiones de atención de salud, a los mayores, a los menores. Se cerraron las escuelas, cafés, restoranes, hay un clima de tensión, de que nos estamos preparando para la guerra”, resumió Fuxman al respecto.
Ante la consulta de si esto es costumbre, el economista expresó que “diría que a esto nadie se acostumbra, uno adquiere experiencia, pero uno no se acostumbra, es una cuestión desagradable y que genera rechazo, pero ya estás en el baile y hay que seguir bailando”, dijo.
Intereses internacionales
Para interiorizarnos un poco en el tema, Fuxman explicó que hay muchos intereses internacionales en juego en la zona debido al próximo acuerdo entre Israel y Arabia Saudita, que habla de una normalización de relaciones entre ambos países, históricamente enfrentados, Y “es un problema muy grande” para otros países de la región, principalmente musulmanes.
“No es casualidad que esto surgió ahora y es porque hay un arreglo que se está elaborando, y está bastante avanzado, de una normalización de relaciones entre Israel y el país musulmán más grande y poderoso”, dijo. En ese acuerdo, “de alguna manera, el problema palestino queda relegado. Entonces, la gran oposición al acuerdo es Irán. Es el que está detrás moviendo a Hamás, a Hezbolá. Ellos los financiaron, los armaron y le dan instrucción militar. Hay cuestiones que no son solamente de un gobierno acá. Tampoco es casualidad que los americanos (Estados Unidos) traigan un portaaviones a aguas israelíes”, añadió.
Para Fuxman, una solución sería “aplacar a los extremistas de ambas partes, tratar de apoyar a los moderados, a los que de alguna manera tratan de llegar a un arreglo, de no ser dueños de la verdad, hay que llegar a un acuerdo. Saber renunciar en algo y defender posiciones más importantes. Es un arreglo lo más beneficioso para todos”, afirmó.
