El real blue tuvo una semana frenética en cuevas del Alto Uruguay Misionero donde llegó a cotizar a $200 para la venta; es decir, hasta 100% por encima del paralelo en el mercado informal de CABA.
Mientras que en la city porteña la moneda brasileña paralela todavía “duerme” a $100 (es posible que arranque en breve, impulsada por la demanda del verano) , donde su valor no tuvo ninguna variación con respecto a agosto, septiembre y octubre; como contracara el real blue del Alto Uruguay llegó a los $200 y mostró una corrida en simultáneo con la de este martes negro que llevó al dólar blue arriba de los $1.000.
Aunque hace algunos meses parecía no solo insólito que el real blue cotice a $200 en localidades misioneras del Alto Uruguay, tal como lo publicó PRIMERA EDICIÓN en su edición del 6 de agosto último, en esta semana ocurrió lo imposible y en las cuevas a lo largo de la ribera de San Javier hasta Irigoyen la moneda brasileña paralela se cambió a ese valor en esas ciudades, y llegó, tal como se dijo más arriba a la extraordinaria brecha de 100% con relación a CABA y recién este viernes mostró algo de estabilidad y se ubicó en $170, para la venta, con una diferencia de $70 pesos, que aún sigue siendo una importante.
Una explicación más simple del fenómeno, dentro de lo complejo que puede ser el mundo de la especulación financiera, está dada en que los ahorristas del Alto Uruguay misionero prefieren el real por encima del dólar. Por tanto, la ley de la oferta y la demanda, hizo lo suyo y quien tenía moneda brasileña (muchos preferían guardarla) la ofrecían entre $180 y $200 promedio, según fuentes de las cámaras de comercio y cambistas que operan en San Javier, El Soberbio y Bernardo de Irigoyen.
“Si bien, el martes estuvieron cerradas las fronteras por la crecida del río Uruguay, ni bien se habilitaron los pasos comenzaron a cruzar numerosos brasileños tentados por el poder de compra de su moneda”, dijo a este Diario el presidente de la Cámara de Comercio de San Javier, Adrián Iasinski, quien confirmó que los comerciantes locales recibían reales entre los $180 y hasta los $200.
Iasinski explicó que lo favorable del cambio para él provocó la llegada de un aluvión de turistas para surtirse en comercios argentinos por las ventajas económicas que proporciona tener los reales en la mano.
“Cuando se volvió habilitar la balsa comenzó el flujo de brasileños que usan el paso para venir a comprar, algo que se siente inmediatamente y también fue notable el flujo de viajeros que cruzan por aquí para movilizarse a otras partes de la provincia”, acotó el empresario.
Y añadió: “La mayoría viene a comprar productos de la canasta básica, artículos de limpieza y se vuelcan a la compra de vinos de primera calidad, que para nosotros son caros, pero para ellos están a buen precio, aunque internamente lo suframos”, reflejó.
Por su parte el presidente de la Cámara de Comercio de Iguazú, Rodrigo Blanco, donde también existe un fuerte intercambio comercial vecinal con Paraguay y Brasil analizó que si bien, es notable el movimiento “es un perjuicio toda esta locura que tenemos con nuestro cambio”.
“Es cierto que la caída del peso alienta a paraguayos y brasileños querer venir a comprar de todo, esta disparada de las monedas paralelas nos dificulta a nosotros, que somos quienes nos seguimos surtiendo en Argentina y donde el encarecimiento de precios solo hace que se produzca escasez y especulación”, lamentó.