Un peso no va a valer un dólar si la Argentina dolariza su economía como propone Javier Milei. Esa es una gran confusión que se arrastra de los años 90 cuando se instrumentó la llamada “convertibilidad” y en esa ocasión sí, un peso valía un dólar. Pero la propuesta que se discute por estos días, impulsada por Javier Milei, no se trata de que un peso valga un dólar sino de eliminar el peso y que cada ciudadano se maneje con la moneda que prefiera y, en ese contexto, el dólar siempre gana en las preferencias.
Para aportar claridad a estos temas, FM 89.3 Santa María de las Misiones entrevistó al contador y economista Horacio Simes, quien fue presidente del Fondo de Crédito de Misiones por seis años y que despejó varias dudas y confusiones acerca de la discusión de las últimas semanas.

Simes dijo en forma tajante que un peso no valdrá un dólar sino que la propuesta de Milei apunta a hacer desaparecer la moneda nacional, por eso va acompañada de la eliminación del Banco Central. Aunque desde su punto de vista eso no es conveniente ya que el país pierde de la capacidad de imprimir billetes, regular las tasas de interés o asistir a los bancos en caso de necesitar financiamiento para otorgar créditos a la industria.
Explicó que para concretar la dolarización, antes se deben ordenar varios aspectos de la economía como el déficit fiscal, la acumulación de reservas, acomodar los precios relativos. “Pero si ordenamos esos elementos, ya no necesitamos dolarización, porque la economía estará ya estabilizada”, dijo.
“Entonces, la pregunta que nos hacemos es si las reformas necesarias para implementar la dolarización son las reformas que necesita el país para mejorar su propia economía en pesos, entonces no necesitamos dolarización” reflexionó.
Además consideró que la propuesta está muy lejos de poder aplicarse en pocos años: “El mismo candidato (Milei) dijo que no sería de tan corto plazo, porque algunas condiciones son difíciles de visualizar y las preguntas que nos hacemos todos es ¿de dónde saldrán los dólares? ¿cuál sería el tipo de cambio que se fijaría?, y a partir de allí tenemos que empezar a evaluar los ganadores y los perdedores y las compensaciones que deberían darse en un cambio de moneda”.
Luego aclaró que la preocupación más grave está centrada en “la pérdida de una herramienta fundamental que es la política monetaria como la capacidad que tienen los países de utilizar el Banco Central como prestamista para dar liquidez a los bancos ante una necesidad para expandir la capacidad prestable, o la capacidad de fijar la tasa de interés. Esto lo perderíamos y pasaríamos a depender de las políticas monetarias de la Reserva Federal, el costo se visualiza demasiado alto”.
Pero además recordó el economista que “la experiencia histórica en otros países ha demostrado que la dolarización no resuelve el problema del déficit fiscal, no resuelve el problema de la balanza comercial y, al contrario, termina disminuyendo el Producto Bruto Interno”.
Indicó que “al dolarizar la economía nos saltamos a una moneda más fuerte con lo cual nuestros bienes se encarecen respecto a los bienes extranjeros (como en los años 90). Esto facilita las importaciones, debilita las exportaciones y de alguna manera afecta a la industria nacional” remarcó.
El escenario es totalmente opuesto al actual, donde la Argentina está barata para los extranjeros que vienen a consumir y gastar su dinero. En cambio, para los argentinos ir a otros países es más caro.
Créditos y sistema bancario
Sobre la falta de créditos a tazas razonables, Simes consideró que el problema es la inflación “y la aparición de instrumentos más rentables que desvían la inversión productiva hacia la inversión financiera”.
Y sobre la fragilidad del sistema bancario ante una corrida, dijo que “los bancos le respondieron (a Milei) que el sistema en pesos hoy está en condiciones de responder a la demanda. Ahora, sin duda que una corrida de magnitudes más siderales siempre va a ser difícil de contener. Con lo cual, hay que mantener a la población tranquila”.
“Parte de la inflación es por el blue y una parte puede ser especulativo”
Al ser consultado sobre los índices de inflación y la posibilidad de que se dispare, el contador Horacio Simes explicó que “estamos lejos de tener una hiperinflación” y explicó que “la literatura al principio hablaba de una tasa de 50% anual, luego se aumentó al 500% anual, hoy algunos analistas hablan de una inflación del 1.000% anual para que sea hiper, con lo cual nosotros estaríamos todavía lejos”.
Aunque advirtió que “lo que sí preocupa es que existen algunas relaciones similares a contextos hiperinflacionarios que hemos tenido en el pasado: la cantidad de reservas, la cantidad de pasivos del Banco Central, entre otras. Pero, en principio, necesitaríamos una aceleración muy fuerte en un corto plazo de la inflación actual que todavía no vemos”.
Reconoció que la suba del dólar blue repercute en la suba de precios pero analizó otros componentes: “Una parte de las transacciones de la economía doméstica se pauta a ese dólar, incluidos, los contratos indexados, con lo cual se traslada a precios. Pero otra parte puede ser un contenido especulativo, por cobertura o por conveniencia”.
Simes también analizó las declaraciones de Milei cuando dijo que “cuanto más alto vaya el dólar será más fácil dolarizar la economía”. Explicó que “para la conversión el tipo de cambio es la relación entre cantidad de pesos y cantidad de dólares. Cuanto mayor sea el tipo de cambio, menor será la cantidad de dólares que se necesiten para absorber la base monetaria que hoy tenemos circulando”. Si sube mucho el dólar “va a ser más fácil conseguir la cantidad de divisas necesarias para proceder a un proceso de dolarización”, dijo.
Y por último descartó que la disparada del “martes negro” cuando el blue superó los $1.000 haya sido por esas declaraciones, sino que “el contexto de incertidumbre asociado a las palabras de una persona que es economista, que es el candidato más votado en las PASO, puede ejercer cierta influencia”. Pero se atajó: “Habría que evaluar cuánto se puede atribuir a sus dichos y cuánto de sus dichos se suman a un contexto de incertidumbre”.
“Lo que se necesita es un consenso sobre la macroeconomía”
El economista Horacio Simes analizó que no hay propuestas de crecimiento hacia el futuro porque los candidatos están enfocados en apagar el incendio. “Necesitamos un plan de estabilización un poco más decidido, con más fortaleza y con mucho apoyo social. Lo que hoy no se ha podido lograr creo, sobre todo porque hemos vivido un año electoral”, dijo.
“Básicamente, un acuerdo de fuerzas con un solo objetivo, independientemente de la cuestión electoral, nos tenemos que poner de acuerdo en las variables. Por ejemplo: no ha sucedido en los últimos años un acuerdo sobre precios y salarios que le haya puesto un ancla a la inflación”, explicó.
“Lo que se necesita es un acuerdo, un consenso macroeconómico, más social, sobre lo que necesita el país”, dijo.
Pero reconoció que “el contexto preelectoral quizás está impidiendo ese tipo de acuerdo, o está limitando que ese tipo de acuerdo se lleve adelante. Ahora después de las elecciones, esa debería ser una de las alternativas a explorar”.