Actis Caporale era aventurero del narcotráfico. Es un joven nacido y criado en el centro de Rosario, de una familia de clase media, que decidió que su vida transitara por el vértigo del mundo criminal. Un informe del sitio de noticias airedesantafe.com.ar reveló que ordenaba a sus “soldados” a que vengan a Misiones a comprar drogas, según la Justicia.
Es conocido por su sobrenombre de “Ojito”, por sus ojos claros, algo le sirvió de poco para tener un destino común y corriente: la cárcel. Y ahora será juzgado en diciembre próximo por el Tribunal Oral en lo Penal Económico (TOPE) N° 1, por su último emprendimiento narco: enviar cocaína en encomiendas a España.
Caporale fue quien más complicó con su declaración como arrepentido al excomisario Alejandro Druetta, que “trabajaba” con él y eran quien le apuntaba a qué competidores detener, algo que derivó en que el policía fuera condenado a 10 años de prisión.
Ojito tenía una habilidad para camuflarse, y además tener los contactos para que no lo detuvieron. Su confianza en sí mismo llegó a tal punto que se confió y llegó a competir en carreras de autos a nivel profesional con un nombre falso, indicó ayer el informe firmado por el periodista Germán de los Santos.
La última aventura de Caporale lo llevó a Europa, donde enviaba encomiendas con cocaína camufladas en cargas extrañas para los porteños, como una chopera. Fue detenido el año pasado, y otra vez, como ya lo hizo en 2016, propuso ser arrepentido. Pero nadie le creyó esta vez.
La última causa se inició el 12 de diciembre pasado a partir del secuestro de una encomienda que contenía casi un kilo de cocaína, que tenía como destino Pamplona, en el país Vasco. La droga, que fue despachada por la empresa DHL, estaba camuflada en una chopera de madera, que tenía como destino España.
Según se desprende de la investigación, dos de los supuestos integrantes de la organización también hacían viajes a Misiones para buscar droga, por orden de Caporale.
El estupefaciente después se acopiaba en la cochera contigua a Cinemark, en Berutti y Coronel Díaz, en el barrio de Palermo.
Competía con un nombre falso
Caporale fue detenido en 2016, luego de estar prófugo varios años, durante una carrera automovilística en el autódromo de Buenos Aires, donde competía con el nombre falso de Alex Aqua.
Fue acusado de ser uno de los proveedores más grandes de estupefacientes de Rosario, donde nutría de cocaína y drogas sintéticas a búnkeres diseminados en varios barrios. Pero nunca pudo ser detenido en ese momento, porque cuando fueron apresados en 2012 nueve miembros de la organización, “Ojito” se escurrió de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. En esa ocasión hubo14 allanamientos simultáneos en Rosario, donde se secuestraron cuatro kilos de cocaína de máxima pureza, otros estupefacientes, armas, dinero y seis autos de alta gama. En el operativo quedaron detenidas nueve personas, entre ellas su padre, pero “Ojito” se escapó. Alguien de la banda le alcanzó a avisar y cuando el vuelo proveniente de Bogotá -había viajado al Caribe- hizo escala en Lima, escapó. Los efectivos de la PSA que lo esperaban en el aeropuerto de Ezeiza se quedaron con las manos vacías.
Solo estaba su novia, una joven modelo que era promotora en las carreras de automovilismo. Cuatro días después el joven ingresó de manera legal a la Argentina por un paso fronterizo con Brasil, pero aún no tenía pedido de captura internacional.