En su barrio de crianza, Villa Dolores de esta capital, se lo conoce como “Goro” desde niño. De seudónimo se convirtió en alias por sus reiterados problemas judiciales, principalmente por cometer delitos contra la propiedad.
“Goro” tiene 26 años y fue atrapado el sábado a la salida de un boliche o pub bailable de la avenida Uruguay, donde investigadores de la Unidad Regional I lo ubicaron y comunicaron al juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, para que se lo detenga y ponga a disposición de las causas abiertas y por las que arrastraba pedidos de captura desde enero pasado.
Entre sus antecedentes o “galardones” de su actividad delictiva se lo vincula como uno de brazos principales de la banda de “Tiernito” durante los últimos dos años pero también por haber dejado su huella en los golpes que encabezaba “Waltercito”. Ambos ladrones con andanzas en la zona sur y oeste de Posadas.
Durante los últimos meses, y con el pedido de detención vigente, se lo identificó como posible autor de dos robos millonarios de billetes y joyas.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN remarcaron que a “Goro” se lo veía transitar por la ciudad con llamativa calma en sus movimientos y no son pocas las voces que aseguraron que se lo conoce un joven “intrépido e inescrupuloso” pero con la inteligencia suficiente para “aceitar” contactos con poder para mantenerse informado de los momentos para “guardarse”.
Durante la madrugada de ayer sin embargo, sus contactos o fracasaron o se les terminaron las posibilidades de cubrirlo, porque el juez Monte no dudó en ordenar su aprehensión pasadas las 4 apenas le comunicaron dónde estaba y con quiénes se divertía.
Los investigadores de la Unidad Regional I solicitaron apoyo al Comando Radioeléctrico I, a pocos metros del boliche que vigilaban. Cuando lo vieron salir, lo habrían rodeado y reducido sin que se resista o intente escapar.
Hasta anoche, desde la fuerza de seguridad provincial no se oficializó la detención. Silencio que resulta extraño.
Dos secuaces de “Goro” fueron atrapados el 14 de enero de este año, también en un procedimiento realizado gracias a las investigaciones de la Unidad Regional I. En este caso, el cabecilla logró escapar a bordo de su Renault Clio negro, no así sus amigos de 22 y 25 años buscados por el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón.
Se los vinculó a un robo calificado para el que habrían utilizado el mismo automóvil.
Desde ese momento, nada más se supo de “Goro”, pero tampoco se lo dejó de vincular a otros robos millonarios. Robos modalidad “escruche” de casas, pero también de ruedas de automóviles, figuran entre los antecedentes del joven posadeño.