Pasó el segundo reordenamiento político y la campaña vuelve a relanzarse de cara a la contienda definitiva del 19 de noviembre, cuando finalmente los argentinos decidamos quién será el encargado de cortar tanta inercia de crisis para sentar las bases hacia el desarrollo y el crecimiento. Claramente serán semanas álgidas, con tonos altamente tensos y altisonantes, repletos de chicanas y acusaciones que intentarán torcer la voluntad de los votantes.
Pero he allí lo más importante, los votantes, urgidos de buenas noticias y medidas positivas y proactivas. Que no se olviden quienes aún tienen chances de alzarse con la victoria que aquí seguimos las víctimas de tanto desbarajuste político y económico. Es a nosotros a quienes deben hablarnos para recomponer una relación que estuvo muy cerca de quebrarse.