El 3 de noviembre de 1973, un grupo de productores de la colonia Sol de Mayo de Jardín América, decidió aunar esfuerzos a través de una cooperativa, con el objetivo de poder secar y moler su cosecha de yerba mate. Así nació la cooperativa que, en el año 2001, se empezó a conocer bajo la marca Flor de Jardín, un emblema de la provincia.
50 años después, luego de crisis yerbateras, económicas y diferentes vaivenes, se convirtió en la marca por excelencia de diversos productos regionales.
En la misma producen las mermeladas, almíbares y en cultivo, choclito, pepino, pickle, mamón, zapallo, higo, todo producción de la zona, de los productores de la región que abastecen en la fábrica y, desde el año 2006, fécula de mandioca.
Luego de casi 50 años de su fundación, la Cooperativa es un modelo a seguir en la región. Lograron superar obstáculos, modernizarse y adaptarse a los cambios y vaivenes socio-económicos que fueron sucediendo.
En la actualidad cuenta con 176 socios activos y muchos productores vinculados hace muchísimos años que no son socios activos por diferentes cuestiones, pero que están vinculados de la misma forma.
“La cooperativa es yerbatera y el fuerte es la yerba mate, como cooperativa en sí. Por otra parte, como marca, el fuerte son los otros productos que son los que nos están abriendo mercado y nos siguen abriendo mercado”, manifestó meses atrás, el gerente de la cooperativa, Maximiliano Cunale.
Desde el secadero procesan un promedio de 18 millones de kilos de hoja verde proveniente de la producción de los socios y de terceros.
De esto, la empresa vende más de un 95% de este producto a otros molinos y el restante lo utiliza para la producción de su propia marca donde venden alrededor de 200 mil kilos de yerba empaquetada de su propia marca que, como se mencionara anteriormente, se relanzó en agosto del 2022.
“En 2021, vendimos 70 mil. Relanzamos el producto en agosto de 2022 y en un mes, triplicamos lo que veníamos vendiendo. La idea de este año es llegar a 350 mil kilos de yerba empaquetada”, reveló el productor.
Productos regionales
En el año 2001, en medio de la crisis yerbatera de la provincia, decidieron diversificarse y abrieron la fábrica de productos regionales, con una producción inicial de 3.000 kilos de pepinitos.
La apuesta tuvo éxito y, por este motivo, se llegó a un máximo de 65.000 kilos y el verano del año pasado, se apuntó a hacer 100.000 kilos.
“Fue una alternativa que encontramos cuando el precio de la yerba cayó. Entonces, los productores traían sus productos en una bicicleta y hoy se manejan en camionetas; eso fue gracias a su propio trabajo y valor en no quedarse solo en una producción, nadie les regaló nada”, remarcó Cunale.
Su última gran inversión fue el salón de exposición, ubicado sobre la ruta nacional 12, al ingresar al municipio de Jardín América.
Este salón se convirtió en otra herramienta muy importante y les dio un impulso muy grande para la promoción, sobre todo con la llegada de turistas y visitantes que recorren la zona y toman como punto de parada el local.
En ese lugar, además de ofrecer todos sus productos, trabajan con casi todas las empresas de turismo que llevan visitantes a Iguazú y realizan una parada en el municipio para conseguir artículos regionales, conocer la historia de la planta, degustaciones, entre otras actividades.
Esto les permitió llegar a más lugares del país, gracias a este tipo de promoción, por lo que también empezaron con la venta online y firmaron convenios con empresas transportistas para que todos los productos de la cooperativa lleguen a diferentes partes del país.
“Pudimos renovar nuestra página web con venta online, el famoso e-commerce, tenemos convenios con Correo Argentino y con Andreani, entonces llegamos puerta a puerta, hoy cualquier persona de cualquier punto del país vía online nos puede comprar, hace el pago online y le llega a la puerta de su casa el producto. Esto con todos los productos, tanto yerba y todos los productos regionales”, detalló Cunale.
Como mencionara anteriormente Cunale, la cooperativa es yerbatera y su fuerte es la yerba, pero como marca, los otros productos son los que abren el mercado.
Sus productos llegan a todo el país pero es en Misiones, Corrientes y Entre Ríos, donde están más afirmados, gracias a los preventistas y su red de distribución propia.
Uno de los requisitos estipulados por el estatuto para formar parte de la cooperativa, es el de ser productor yerbatero. Los socios que proveen de este producto al secadero cuentan con recursos de la misma para la cosecha y traslado de la hoja verde.
Lo que es la planta de verduras, hortalizas para la fábrica de encurtidos hay mucho personal que no son empleados fijos, sino normalmente son en época de cosecha de yerba mate.
Se trata de personal que está dedicado a la cosecha de yerba mate y en contra estación tienen la opción de producir pepinos y choclitos.
Ante la consulta de por qué seguir apostando al sistema cooperativo, el productor expresó que consideran que es un sistema fundamental para brindar tranquilidad al pequeño productor que está asociado, que se sienta respaldado ante una organización que busca un mismo objetivo.
“Sirve para que el productor sienta que su cooperativa siempre está o siempre trata de estar y bueno, darle el empuje a eso, si no, el mercado manda. El mercado nos manda a las cooperativas también, las que vendemos molida o canchada, pero al productor principalmente. Es oferta y demanda. Cuando sobra producto, el pequeño productor es el más golpeado y el más complicado, entonces en su cooperativa tiene la tranquilidad de poder tener su producto terminado”, culminó.
