En medio de un contexto de creciente tensión entre la AFIP y las apps de delivery, alrededor de 250 personas que trabajan en la plataforma digital Pedidos Ya en Posadas están atentas a la situación.
A medida que la AFIP intensifica sus esfuerzos para reclasificar a los repartidores como empleados en relación de dependencia, los trabajadores de estas plataformas enfrentan una incierta encrucijada laboral.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, repartidores de Pedidos Ya de la capital provincial compartieron sus experiencias laborales y sus perspectivas sobre la situación actual. Aunque prefirieron mantener su anonimato, sus relatos ofrecen un vistazo a la realidad de los repartidores en la ciudad.
Muchos de estos repartidores utilizan la aplicación para generarse un ingreso extra a sus actividades, ya que, al no contar con un contrato en relación de servicio, tampoco se ven obligados a cumplir objetivos o un tiempo de trabajo diario mínimo.
“A nosotros nos pagan un monto fijo por cumplir ciertas cosas en un envío: un monto por ir al comercio, otro monto por ir al domicilio, otro monto por kilómetro recorrido, otro monto si es noche o fin de semana. Y todo lo que hagamos nos pagan los jueves”, detallaron.
Esta estructura de pago variable, basada en tareas y condiciones específicas, es común en muchas aplicaciones de entrega y a menudo es motivo de disputas entre los repartidores y las empresas.
“El modelo freelance nos da la ventaja de poder trabajar cuando queremos y ganar lo que queremos. Cada vez que le solicitamos aumento a la empresa no es que la estemos culpando de precarización, solamente que se actualicen nuestras ganancias. En todo el único responsable de la destrucción de los salarios es la inflación y el responsable de la inflación es el Gobierno”, afirmaron.
A nivel nacional, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ha estado impulsando la recategorización de los repartidores como empleados en relación de dependencia, argumentando que deben cumplir con las cargas sociales. Esta lucha legal entre la AFIP y las empresas se ha intensificado en los últimos meses.
La agencia recaudadora sostiene que los repartidores son empleados en relación de dependencia y reclama las cargas sociales, mientras que las empresas argumentan que son autónomos y monotributistas, lo que implica que cada uno debe asumir sus respectivos aportes.
Es por este motivo que el organismo nacional está enfocando sus esfuerzos en detectar a empresas que contratan a monotributistas como trabajadores habituales, en lugar de eventuales.
El ente recaudador también ha denunciado a plataformas digitales por deudas de aportes y contribuciones, lo que impacta directamente en las condiciones laborales de los trabajadores.
Sin embargo, los repartidores aseguran que, aunque esta situación los excede, constantemente es tema de debate entre colegas y la mayoría prefiere mantener las cosas como están. “Pero es lo que opinamos desde siempre, aparte un montón estamos en situación de que trabajábamos a veces, como yo, que me sirve para ganar unos mangos extra de lo que hago en mi otro trabajo”, señalaron.
En ese sentido, su mayor temor ante esta intervención reguladora, es que el servicio pierda recursos humanos o, en el peor de los casos, desaparezca. “Que blanqueen no significa que todos van a estar en blanco, significa que de los 300, con suerte 50 van a estar con todo lo que exige y el resto afuera”.
Según fundamentaron los trabajadores, la regularización de la actividad contemplaría que se trabaje bajo horario establecido, eso dejaría afuera a muchos que solo trabajan media jornada por contar con otros empleos, por estar estudiando o que están en busca de otras ofertas laborales.
“Tampoco estamos de acuerdo en ser manejados por las mafias sindicales y que ellos se lleven el fruto de nuestro esfuerzo. A mi parecer y el de muchos, cuanto menos intromisión del Estado mejor”, agregaron.
“Somos todos monotributistas, nuestro contrato es una mera formalidad, no van a poder reclamar nada ni nada”, afirmaron descubriendo una perspectiva arroja luz sobre una realidad en la que la mayoría de los repartidores operan como autónomos, sin los beneficios y derechos laborales asociados a la relación de dependencia.
Relación con la empresa
“Tenemos una coordinadora pero casi no nos comunicamos con ella, no nos presta atención”, advirtió el repartidor. Su testimonio destaca la falta de interacción y apoyo por parte de la empresa, lo que se asemeja a una de las principales quejas planteadas por los trabajadores de estas aplicaciones.

En cuanto al proceso de contratación, el repartidor explica: “Para incorporarte, vos te postulás por una página web, cargás tus datos y los de tu vehículo. Y ahí cuando se abre una solicitud en Posadas te llaman y te mandan las cosas para trabajar”.
Esta descripción resalta la autonomía de los trabajadores en la gestión de su labor, una característica que defienden las empresas como argumento para no considerarlos empleados en relación de dependencia.
Los seguros
Respecto al tema de seguros, se expresaron diferentes opiniones respecto a la cobertura del mismo y la respuesta por parte de la empresa.
“Tenemos un seguro que se llama Mecubro, pero es muy específico. Hace mucho no veo la cobertura, pero en una época lo que te cubría más que nada era la incapacidad o muerte”, comentó uno de los repartidores que aseguró sufrir un accidente, sin daños mayores, y no recibir ningún tipo de respuesta del seguro, ni de la empresa.
Caso contrario fue el de otro que sí tuvo respuesta del seguro, aunque usó la obra social del monotributo para su tratamiento de fractura de tobillo, que sufrió durante sus tareas. “Una vez dado de alta y presentado toda la documentación solicitada el seguro contratado por Pedidos Ya me indemnizó con $120 mil pesos. No sé si fue mucho o poco, pero considerando que no sufrí ningún tipo de lesión permanente se puede considerar justo”, afirmó.
Aunque durante su recuperación tuvo que hacerse cargo de todos los gastos médicos, a través de la obra social y con ahorros personales. “No fue problema en su momento porque tenía ahorros pero no sé cómo lo hubiese podido manejar otra persona en una situación más complicada”, expresó.
En medio de esta creciente controversia, los repartidores de aplicaciones de delivery en Misiones y en toda Argentina alegan encontrarse en una situación de incertidumbre laboral.