Con la participación de 500 emprendedores, el Ministerio de Desarrollo Social de Misiones realizó un evento pensado no solo para que los emprendedores se capaciten, sino también para que conozcan los modelos de negocios de otros y compartan los suyos.
Disertaron profesionales como el licenciado en Marketing, Guillermo Poujade; el contador Martín Leiva Varela y la abogada mediadora y coach Valeria Fiore, sobre temas como educación financiera, ahorro e inversiones, gestión de recursos y diseño de productos entre otros.
También contaron su experiencia algunos emprendedores que lograron ejecutar con éxito sus proyectos que “comenzaron como un sueño”.
Algunos de ellos fueron Osvaldo Ramírez, propietario de Bizcochipa, que fabrica chipas en versión snacks: Raquel Mazacote, propietaria de Ao Kate, una fábrica de remeras con frases y dibujos que encarnan la cultura misionera; y Rubén Reichert, propietario de Selva Misionera, un emprendimiento que produce miel de yateí de alta calidad.
“Cuando financiamos a los emprendedores, no solamente los acompañamos desde el punto de vista económico, sino también los ayudamos a poner en marcha sus sueños. En definitiva, es eso el espíritu de un emprendedor: concretar y poner en marcha los sueños”, expresó el ministro Fernando Meza en la apertura de “Desarrollo Innova”.
Meza recordó a los presentes que “este evento lo pensamos para ustedes, que siempre están buscando superarse y en seguir fortaleciendo, no solamente la economía familiar, sino a todo el ecosistema emprendedor de la provincia”.
Además, en el evento decenas de emprendedores estuvieron presentando sus proyectos y productos artesanales de diversos rubros: alimenticios, textiles, decorativos entre otros tantos.
En la apertura participaron el vicegobernador Carlos Arce; la presidenta del Parque del Conocimiento, Claudia Gauto; el director del Fondo de Crédito de Misiones Gustavo Turkienicz: y el ministro de turismo José María Arrúa, entre otras autoridades.
La voz de los emprendedores
Romina Mazacote, junto a su marido, hace tres años registraron la marca Ao Kate (en guaraní “ropa fachera”) explicó a PRIMERA EDICIÓN que “se dedica al corte, confección, diseño y estampado de remeras, es decir el proceso completo. Todo el diseño es exclusivo de la marca y toda la temática hace referencia a los mitos, leyendas, flora y fauna de la provincia”.
Sus principales compradores son los turistas y también aquellos argentinos y misioneros que viven en el exterior y quieren tener algo que les remita a su cultura de origen, ya que todos los diseños de Ao Kate remiten a relatos de identidad misionera. En ese sentido, ha logrado vender remeras en países como Rumania, Francia, España, Costa Rica, entre otros tantos.
Siguiendo el recorrido, otra de las emprendedoras fue la posadeña Rossana Maksllevich, con Tekove Deco Home de decoración textil estilo boho. “Yo empecé con mi emprendimiento con la pandemia, cuando no podía salir de mi casa. En su momento me había capacitado y el programa misionero Volver a Empezar me dio una ayuda con insumos”, afirmó a este Diario.
Contó que “Se convirtió en mi principal actividad, vendo en ferias, tengo una tienda en mi casa y online mediante las redes” como a casas de decoración y para eventos. Si bien a esta altura del año predominan los motivos navideños, explicó que todo el año se vende ya que “siempre hay un motivo para regalar”.
El apicultor eldoradense Rubén Reichert fundó junto a su esposa “Selva Misionera”, una marca que produce miel de yateí de alta calidad. “Empecé de muy pequeño con mi papá, y hace cinco años retomé, tomando un curso de apicultura en un aula móvil que se llevó a Eldorado. Primero fui haciendo extracciones en casas particulares… solo el año pasado pude sacar más de 60 colmenas, de paredes, techos, pisos. Estábamos brindando ese servicio para no matar a las abejas”, explicó.
Si bien su emprendimiento surgió como un cable a tierra, que lo conectaba con la protección de la naturaleza, luego se convirtió en su sustento y en un legado que Reichert le está transmitiendo a su pequeño hijo de 7 años: el apicultor más pequeño de la provincia. “Recuerdo la primera mielada cuando, con mi esposa, sacamos 20 litros que para nosotros eran 200 litros… una emoción enorme.
Fuimos creciendo y el año pasado en Entre Ríos obtuvimos el primer premio en calidad de miel donde participaron 127 apicultores de distintos países”, afirmó Reichert entre los aplausos de la gente.Eso permitió que, hoy por hoy, “no demos abasto con la cantidad de pedidos”, finalizó.